Luis Miguel Pascual|PARÍS
El retorno de Ronald Koeman al Camp Nou, como entrenador del
Benfica, rival del Barcelona en los cuartos de final de la Liga de
Campeones, y la incertidumbre del Villarreal, que deberá esperar
para conocer su rival, fueron las dos principales sorpresas que
deparó el sorteo de la máxima competición europea. El azar formó
otros emparejamientos estelares, como el que vivirán el Milan y el
Lyon, dos de los equipos más en forma del continente, y el que
medirá a la Juve de Capello con el Arsenal de Wenger. El Barça tuvo
suerte en los emparejamientos, no sólo porque le tocó uno de los
rivales más asequibles, sino porque la vuelta se jugará ante su
público, tanto en cuartos de final, como en semifinales. El sorteo
quiso también eliminar la posibilidad de que los blaugranas jueguen
la final frente a otro de los favoritos de este año, el Milan, que
será su hipotético rival en semifinales. Al tiempo, abrió la puerta
a una posible final española. El Barça viajará a Portugal el
próximo día 28 y recibirá a los lisboetas el 5 de abril.
El director deportivo del Barcelona, Txiki Beguiristain, se encargó de recordar que «el principal protagonista de la eliminatoria será Koeman», hombre con el que compartió vestuario en los años del «dream team» de Johan Cruyff y autor del gol que dio a los catalanes su única Copa de Europa en la final de Wembley. «El Camp Nou le va a recibir con un aplauso tremendo», dijo Txiki para despejar toda duda de que el barcelonismo guarda un buen recuerdo del holandés. Beguiristain se mostró también seguro de que su «amigo Ronald» prefiere que le elimine el Barça a cualquier otra escuadra. No será el único ex blaugrana que vuelva al Camp Nou, puesto que Simao y Geovanni también militan en el club lisboeta.
Pero los blaugranas sólo tuvieron palabras de alabanza para el Benfica, «un equipo sólido», que ha ganado la Copa de Europa en dos ocasiones y que acaba de eliminar al Liverpool, defensor del título. Beguiristain destacó que su equipo contará con la ventaja de jugar la vuelta en Barcelona. Si el sorteo fue benévolo con los catalanes, fue impreciso con un Villarreal que tendrá que esperar al próximo martes para conocer a su rival, que saldrá del partido entre el Inter de Milán y el Ajax de Amsterdam. Al presidente de los amarillos, Fernando Roig, poco le importa quien sea su próximo rival, aunque no pudo reprimir un «que nos toquen los holandeses» cuando se le recordó que todo el mundo dice que los italianos son siempre peligrosos.