Javier García-Ochoa|SAKHIR
El Mundial de Fórmula Uno empieza este fin de semana con el Gran
Premio de Bahrein, y, después de los entrenamientos invernales,
llega la hora de la verdad, en la que el asturiano Fernando Alonso
(Renault), el más joven campeón del mundo de la historia, se
presenta como favorito en una prueba que dominó el pasado año de
principio a fin.
Alonso debe revalidar este fin de semana los buenos resultados de las pruebas realizadas hasta ahora y seguir sumando victorias a su palmarés, en un circuito que va a ser muy exigente para los coches, todos ellos equipados con los nuevos motores V8, por las elevadas temperaturas, superiores a los 30 grados centígrados, y el polvo que se acumula sobre la pista.
El pasado año, Alonso logró la «pole» y dominó la carrera de principio a fin. Tan sólo cedió el mando durante dos vueltas al italiano Jarno Trulli (Toyota), pero también en este circuito se produjo la única rotura del motor Renault. Precisamente la rotura del motor del italiano Giancarlo Fisichella, por la elevada temperatura alcanzada, sirvió para tener en cuenta este factor a la hora de diseñar el nuevo R26, para que no se vuelva a repetir.