Falta poco más de un mes para que la maquinaria del Mundial de motociclisom eche a rodar y uno de los más firmes candidatos al título de 250 centímetros cúbicos ya ha dejado claras sus intenciones. Jorge Lorenzo hizo realidad uno de sus sueños. Se presentó en su tierra como referencia de una marca con solera como es Aprilia y se erigió en protagonista de la puesta de largo del Fortuna Racing, el proyecto encabezado por Dani Amatriaín y que sigue contando con el firme apoyo de Altadis, Lotus y el Govern de les Illes Balears.
Lorenzo no está sólo. Además de su fiel equipo de mecánicos, encabezado por Juan Llansá, cuenta por segunda temporada consecutiva con Héctor Barberá como compañero de filas. Eso y poco más, pues las relaciones entre ambos pilotos son inexistentes. El curso 2006 debe suponer la confirmación del balear. Posee una máquina de fábrica y ocupa un lugar privilegiado en los pronósticos de cara al título. Sin Pedrosa, el camino se allana, pero Jorge tiene claro que depende de sí mismo para entrar en la leyenda.
Así de claro lo tienen en la factoría de Noale. Giampiero Sacchi y Luigi Dall'Igna, sus dos pesos pesados, arroparon a Jorge y Héctor en un acto que contó con la presencia de todos los patrocinadores. Antonio Calderón (Lotus), Carmen Abella (Altadis) y la consellera de Presidència i Esports del Gover, Rosa Puig, dieron luz a un acto que contó con un padrino de excepción: Samuel Etoo.