Àngel López|HOUSTON
Esta vez los pronósticos no se cumplieron y los concursos del Fin
de Semana de las Estrellas dejaron como nuevos campeones al escolta
Dwyane Wade, de los Heat de Miami, el alero alemán Dirk Nowitzki,
de los Mavericks de Dallas, y al novato Nate Robinson, de los
Knicks de Nueva York. Wade reivindicó su condición de gran talento
individual y venció en la competición de mejores recursos para
jugar baloncesto, superando al campeón defensor, el base canadiense
Steve Nash, y al alero LeBron James, de los Cavaliers, en la final.
Si había alguna duda de la gran calidad individual que tiene Wade,
la despejó con las acciones más completas y las más rápidas en su
ejecución para superar James y destronar a Nash.
Wade siempre fue el mejor después de hacer un tiempo de 39 segundos en el primer recorrido y 26,1 en el segundo para quedarse a tan sólo tres décimas del mejor de todos los tiempos que estableció Nash el año pasado con 25,8. James se quedó con 40,5 segundos en el primer recorrido y 33,7 en el segundo, sin opción nunca a superar la mejor actuación de la estrella de los Heat. Wade, que participa en su segundo Fin de Semana de las Estrellas, tuvo con gran apoyo la presencia de su compañero de equipo, el pívot Shaquille O'Neal, que se mostró entusiasmado por su actuación. El jugador estrella de los Heat lo hizo todo bien en el recorrido de obstáculos con acciones espectaculares de pases perfectos y saltos en suspensión brillantes en su ejecución.
Mientras que Wade se mostró eufórico por el triunfo, Nash fue la imagen de la frustración al ver que nunca pudo realizar bien las jugadas y fue el último con 52,8 segundos. Nowitzki continuó con su brillante temporada y aprovechó el descanso del Fin de Semana de las Estrellas para convertirse también en el ganador del concurso de triples de la 55 edición del evento. El alero alemán, que no fue el mejor en la primera ronda, pasó empatado con el base Gilbert Arenas, de los Wizards de Washington, al conseguir 14 puntos, y en la ronda final lo superó al igual que al escolta Ray Allen, de los SuperSonics de Seattle. Allen, que había sido el mejor de la primera ronda con 19 puntos, no tuvo la misma inspiración en la ronda final y quedó el último con 15 tantos.