El susto que Vicenç Reynés y el equipo Illes Balears se llevaron ayer será difícil de olvidar. Por fortuna, el bravo ciclista natural de Deià se recupera favorablemente y en breve podrá volver a hacer lo que le apasiona: montar sobre su bicicleta Pinarello. El joven corredor mallorquín, de 24 años, salió a entrenar como todas las mañanas desde el hotel de concentración del Illes Balears, que prepara en la Isla el inicio de la temporada en la Challenge.
Hasta que un vehículo que quería incorporarse a la calzada se interpuso en su trayectoria, provocando la caída de Reynés, que junto al cántabro Tino Zaballa, uno de los nuevos fichajes del equipo patrocinado por el Govern, se fue por los suelos. Se temió lo peor en un primer momento y el corredor fue trasladado a la Clínica Planas, donde fue sometido a una serie de pruebas para conocer el alcance los golpes que Reynés había sufrido.
En compañía del doctor Alfredo Zúñiga, uno de los galenos de la escuadra dirigida por Eusebio Unzúe, Reynés fue atendido y se le diagnosticó «un edema en las partes blandas del hombro, sin lesión, y una fuerte rectificación de la columna cervical. En definitiva, una fuerte contusión en el hombro y las cervicales», por lo que se le mantuvo en observación e ingresado, a expensas de que reciba el alta en la jornada de hoy.