Mucho se esperaba del ambiente que se iba a vivir en el Palau d'Esports de Son Moix, y la verdad es que no defraudó, sobre todo en la segunda semifinal entre el Drac Inca y el Palma Aqua Mágica.
Alrededor de 3.000 espectadores desafiaron a la lluvia y no quisieron perderse el espectáculo baloncestístico que protagonizaron los dos equipos mallorquines en litigio. En número fueron más los seguidores celestes (2.000 los palmesanos por 1.000 los inquenses), pero en ruido prácticamente se igualaron. Por parte del Aqua Mágica sonaron ruidosamente sus dos nuevas peñas, Los Olivos y Aquamix. La primera de ellas estuvo acompañada por la banda de música de Son Rapinya. Por la parte gualdinegra, no se tomaron ni un segundo de respiro para poder animar a sus jugadores.
Antes de que comenzara el choque entre palmesanos e inquenses, el consistorio de Ciutat le tributó un homenaje al Son Amar Palma de voleibol por haberse clasificado para la Final Four de la Top Teams Cup, que se jugará en la capital balear.
Instituciones de la isla y personalidades del mundo del baloncesto a nivel nacional no quisieron perderse la cita copera. El palco presentó overbooking ante la afluencia de tanta gente. A nivel político presidieron los alcaldes de Palma e Inca, Catalina Cirer y Pere Rotger. En la parcela deportiva, el más reclamado a nivel mediático y de aficionados fue el seleccionador nacional de baloncesto, José Vicente «Pepu» Hernández. No faltó la representación del máximo representante del baloncesto balear, el Llanera Menorca. Su presidente, José Luis Sintes, su entrenador, Curro Segura, y su director general, Kiko Martín, rememoraron las semifinales que jugó su club el año pasado y que perdió en la final.