La Asociación de Veteranos del Real Mallorca celebró ayer las fiestas navideñas con su tradicional comidad de hermandad que, año tras año, reúne a ex futbolistas y representantes de todos los estamentos del club en el estadio de Son Moix. Como no podía ser de otra forma, en el encuentro se dieron cita todos los componentes de la historia viva rojinegra, que recordaron a los compañeros fallecidos durante el último año y brindaron por un futuro lleno de éxitos para el equipo de sus corazones.
El presidente y máximo accionista del club, Vicenç Grande, quiso dejar su huella en el acto y acudió en compañía de Héctor Cúper, aunque la presencia de ambos fue simplemente testimonial ya que el trabajo les impidió compartir mesa con el resto de invitados. Como representantes de la SAD balear permanecieron el adjunto a la presidencia Ramón Rosselló -era la primera vez que representaba al club en un acto público-, el consejero Àlvaro Delgado o los futbolistas Miquel Àngel Moyà y Alejandro Campano.
Ya en el tiempo de los postres, el presidente de la Asociación, Joan Forteza y su secretario, Luis Ladaria, hicieron entrega de un pergamino mallorquinista a los ex jugadores José Luis Romero, Àngel Cobo y Luciano Espasa y Garau, después de que éstos hayan alcanzado la edad de 75 años. Igualmente, se reconoció la trayectoria del ex colegiado Emilio de la Cámara y se distinguió al primer presidente del club en Primera, ebinissalemer Jaume Rosselló, con la insignia de oro y brillantes de la entidad. Fue ahí cuando se sucedieron los momentos más emotivos del encuentro, ya que el ex dirigente recordó los instantes dorados de su mandato.