Eduardo Tuzzio está viviendo en Mallorca su particular calvario con las lesiones. El central argentino recayó ayer de la lesión que ya le ha mantenido alejado de los terrenos de juego desde el pasado 30 de octubre y como mínimo estará de baja hasta que vuelva a ser evaluado dentro de dos semanas. El ex jugador de River Plate se retiró del entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva Antonio Asensio por precaución, pero posteriormente se confirmó que las molestias que sintió eran una recaída leve de su lesión en el bíceps femoral derecho por debajo de la lesión anterior. Los antecedentes del central argentino, que sólo ha completado dos partidos de los cuatro en los que ha participado con 248 minutos y una cartulina amarilla, han hecho que los servicios médicos del club hayan desistido a la hora de fijar una fecha para su reaparición e inicialmente se prevé que se le realicen nuevos estudios para determinar cuando estará en condiciones de volver en plenitud de facultades.
El periplo del ex jugador de River Plate en la disciplina del Real Mallorca se ha convertido en una travesía plagada de obstáculos. El infortunio del central argentino empezó en un entrenamiento. Un choque con el defensa valenciano Sergio Ballesteros le produjo un esguince de tobillo que le privó de poder realizar la pretemporada junto al resto de sus compañeros. La lesión no sólo le impediría hacerse con la base física que adquiría toda la plantilla sino que también se perdió los primeros pasos del Mallorca 2005-06. En un principio la baja prevista era de tres semanas, pero Tuzzio no pudo regresar a la competición hasta el 14 de octubre coincidiendo con el partido que enfrentó a los rojillos con el Racing de Santander en el estadio de Son Moix. El zaguero mallorquinista demostró buenas maneras y el grupo de Cúper logró mantener su portería imbatida por primera vez.
Sin embargo, apenas dispuso de tiempo para demostrar su valía. Cúper le dio descanso en el desastre copero de Alcoi y su vuelta al once en El Madrigal se saldó con una contundente derrota por 3-0. El ajuste del calendario deparó un enfrentamiento con el Celta en el que el argentino volvió a estar a un buen nivel, pero volvió a caer. A los nueve minutos del partido ante el Sevilla Tuzzio tenía que pedir el cambio. Cúper modificaba sus planes al tiempo que el argentino se llevaba la mano a la pierna. Un día después de haber salido lesionado de Son Moix los servicios médicos del club dirigidos por Joan Pericás confirmaban el pronóstico inicial de una rotura fibrilar que le volvería a dejar en el dique seco por espacio de tres semanas.