LLANERA MENORCA | 62 |
CB GRANADA | 58 |
LLANERA MENORCA (12+20+14+16): Reynés (2), Alberto Miguel (15), Stojic (6), Stimac (2), Eley (10) -cinco inicial-, Krstic (3), Camps (5), Yánez (5), Moss (10) y Llorens (4).
17 de 36 en tiros de dos. 5 de 28 en triples y 13 de 14 en tiros libres. 48 rebotes (34 en defensa y 14 en ataque) y 18 faltas personales.
GRANADA (14+13+16+15): Gianella (9), Gabini(3), Sanmartín (14), Owens (9), Fernández (12) -cinco inicial-, Gutiérrez, Ordín (2), Tutt (6) y Paraíso (3).
15 de 42 en tiros de dos. 6 de 21 en triples. 10 de 13 en tiros libres. 33 rebotes (25 en defensa y 8 en ataque) y 18 faltas personales.
Àrbitros: Pérez Pérez, Murgui y Ortega. Sin eliminados.
Incidencias: 5.139 personas en el Pavelló Menorca. Lleno.
Xisco Cruz|MAÓ
El Llanera Menorca ha alargado su sonrisa, la que esbozó luego de ganarle al Barça. En un partido raso y de juego enclenque, el grupo de Curro Segura supo manejarse mejor en el tramo decisivo, en el que emergió Chris Moss para certificar el buen estado de salud del Menorca, que en un par de guiños se ha metido de lleno en la liga ACB. El cuadro mahonés, que el pasado fin de semana mandó al Barça a la lona, enganchó ayer su segunda victoria consecutiva ante el Granada, un adversario apararentemente predestinado a manejarse por la parte baja de la clasificación. Fue por eso un doble triunfo de la escuadra blanquiazul, que le ha tomado el pulso a la competición.
El Granada irrumpió por la cita con un hambre voraz, algo que le granjeó un buen futuro en los albores del primer cuarto. Amparado en los errores del Llanera en el perímetro (2-10 en triples) el grupo de Sergio Valdeolmillos demarró a base de carreras. Las de Gianella, por ejemplo, que siempre encontró la mejor vía para llegar al aro contrario. O las de Jesús Fernández, que selló un par de contraataques con un dos más uno (0-8). Eso obligó a Curro Segura a detener el partido, y entonces el escenario cambió. Eley se forró en el poste y de sus puntos vivió el Menorca, que también agradeció la aparición de Alberto Miguel. Seis puntos del pívot de Detroit y una sucesión de triples del escolta cántabro lo ajustó todo en un abrir y cerrar de ojos (12-14), mientras el Granada empezaba a sangrar.
Moss ayudó a mejorar el aspecto defensivo del Llanera (en la primera jugada clavó un tapón) y los de Segura advirtieron que el arranque del segundo cuarto era un buen momento para darle un arreón al partido. Una jugada galáctica de Miguel y un dos más uno de Camps le dieron un revolcón al marcador (19-16) y el Granada se atascó. Tras el 6-14 había encajado un parcial de 13-2 y sus números en la larga distancia se desplomaron. Una canasta tras robo de Camps certificaban que el Llanera crecía, algo que confirmó Moss con un mate poco después (23-19).