Son dos de los entrenadores con más personalidad del fútbol español y a su vez, dos de los que más trabajo tienen por delante en el presente campeonato de Liga. Héctor Raúl Cúper (Chabas, 1955) y Javier Clemente Lázaro (Baracaldo, 1950) se verán el domingo las caras por quinta vez, aunque en esta ocasión el signo del partido puede ser crucial para el futuro de ambos. Los precedentes revelan que el técnico mallorquinista le tiene totalmente tomada la medida a su colega y aunque sus enfrentamientos anteriores se ha enmarcado en un contexto muy diferente al actual, los números no son nada esperanzadores para el vizcaíno. Además de ese reto personal, el ex seleccionador se enfrenta a otro desafío colectivo, ya que el Athletic de Bilbao sólo ha podido ganar una vez en Palma desde que el Mallorca regresara a la máxima categoría, en el año 1997.
El primer pulso entre ambos se produjo el 5 de diciembre de 1999, en un duelo que puso frente a frente a Mallorca y Real Betis sobre el césped del Lluís Sitjar. El preparador rojillo aleccionó por primera vez a su homólogo en un partido muy equilibrado que no se desniveló hasta los instantes finales, en los que un tanto de Dani acabó con las opciones de los sevillanos. En el segundo asalto del Ruiz de Lopera, el 2 de mayo de 1999, el triunfo isleño fue mucho más rotundo y no hizo más que confirmar la superioridad mallorquinista, que a lo largo del curso había sido más que evidente. Los baleares pasaron por encima del cuadro verdiblanco (1-3) gracias a los goles de Stankovic, Ibagaza y Dani, que dejaron sin efecto el que había firmado el hoy cadista Oli.
Al año siguiente Cúper cambió Palma por Valencia y Clemente dejó Sevilla para mudarse a San Sebastián. Gracias a esos movimientos, el de Baracaldo tuvo dos nuevas oportunidades para imponer sus argumentos sobre los del sudamericano, pero tampoco fue capaz de variar la dinámica. Aún así, el español obtuvo su mejor resultado en el mano a mano particular cuando recibió a la escuadra ché en su fortín de Anoeta. Ninguno de los dos fue capaz de culminar su juego con goles y acabaron aceptando un empate que colmaba las aspiraciones de ambos. La vuelta en cambio, fue radicalmente distinta. En la cita de Mestalla -el último precedente- el Valencia no tuvo ningún tipo de compasión frente a su adversario y le sacó los colores con un recital ofensivo en el que las dianas de Angulo, Piojo López, Carboni y Mendieta acabaron dictando sentencia. El otro gran problema que deberá superar el Athletic este fin de semana tiene que ver con lo difícil que le resulta puntuar en Palma. En las ocho últimas visitas que ha realizado a la Isla, la formación rojiblanca sólo ha obtenido una victoria (1-3, temporada 2003-04) y un empate (1-1, 2002-03) ya que en las otras seis ocasiones ha tenido que emprender el camino de vuelta con la cabeza agachada. En total ha encajado 22 goles y sólo ha podido anotar 9, un dato que acredita la presión que sienten los bilbaínos en sus desplazamientos a Ciutat. En el caso de Cúper, se va enfrentar a una de sus víctimas predilectas. Los tres partidos que ha dirigido el argentino desde el banquillo bermellón se han saldado con marcadores espectaculares -4-0, 6-1 y 4-3- y tiene la intención de reeditarlos.