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Polideportivo

«Hay que asumir que el dopaje no acabará nunca»

Juan Manuel Alonso, médico de la RFEA, desea una ley más flexible con el deportista

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La segunda jornada del XI Congreso Nacional de Medicina Deportiva tuvo ayer distintas ponencias sobre diferentes temas relacionados con esta disciplina. El que más atención suscitó fue el de la aplicación de la normativa antidopaje en España y sus consecuencias. La sala A del Congress Palace del Pueblo Español congregó a más de 60 especialistas interesados en este tema.

Tras la exposición sobre la medicina del ciclismo, Nicolás Terrados moderó una charla ofrecida por José Naranjo (médico habilitado para controles de dopaje del Consejo Superior de Deportes), Juan Manuel Alonso (Jefe de los Servicios Médicos de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA)) y de Pedro Manonelles (secretario de la Federación Española de Medicina Deportiva (FEMEDE)). La aplicación de medicamentos para deportistas asmáticos, así como los tratamientos vía intravenosa (que derivaron en terminología científica) y el anteproyecto de ley de protección de la salud y de lucha contra el dopaje dejaron paso a un debate en el que se trató, como punto estrella, la futura normativa que debe aprobar el Congreso de los Diputados, presuntamente tras el verano de 2006.

Según Juan Manuel Alonso, facultativo de la RFEA, la hipotética erradicación del dopaje en el depote es prácticamente inviable. «Hay que asumir que el dopaje no acabará nunca. El ser humano tiene esta triste faceta y siempre habrá gente que cometerá algún delito de cualquier tipo. Afortunadamente, esa distancia entre la norma y la persona que la infringe es cada vez menor», expresó el ponente, quien añdió que «en la actualidad estamos en el mejor momento de la lucha antidopaje, como demuestra que se esté trabajando en el dopaje genético cuando todavía no existe».

El galeno de los atletas no cree que haya vacíos legales en el anteproyecto, sino que hay deficiencias en los conceptos. «El texto está bien estudiado porque afecta a siete ministerios distintos, lo que pasa es que se debía aplicar su propia nomenclatura. Es una ley de la protección del deporte, de la que se habla muy poco y se centra en exceso en el dopaje. El deporte de élite tiene demandas increíbles y hay que coordinar los esfuerzos. Ahora mismo hay oportunidad de hacerlo», argumentó.

Existe cierta inquietud en la comunidad médica por la indefensión que sufren debido a que, según apunta, «el texto de la ley no nos trata como pensamos que nos merecemos. Hay algún profesional de la medicina que ha traspasado la línea y somos los primeros interesados en aislarlos. Pensamos que por poquitos que sean no se puede pensar en que existe la idea velada de que hay que luchar contra los médicos del deporte, porque son ellos los que prescriben las sustancias previas. Hoy en día cualquiera puede doparse sin pasar por un facultativo. Un mismo deportista tiene acceso a medicamentos prohibidos», sentenció.

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