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Olimpismo

Pekín elige cinco mascotas para sus Juegos

Las ceremonias de apertura y clausura y el recorrido de la antorcha son las únicas incógnitas

Antonio Broto|PEKÍN
Tras meses de emoción, Pekín presentó a las cinco mascotas de los Juegos Olímpicos de 2008: el pez Beibei, el oso panda Jingjing, la antorcha Huanhuan, el antílope tibetano Yingying y la golondrina Nini, cada uno con uno de los colores de los anillos olímpicos. Como anunciaban los pronósticos, un panda (que representa el anillo olímpico negro) y un antílope tibetano (de color amarillo) han estado entre los elegidos, aunque les acompañan tres sorpresas: un pez azul, una golondrina verde y una antorcha roja.

Los cuatro presentan nombres con sílabas repetidas, algo típico en China, donde los niños o las mascotas suelen tener este tipo de nombres. Además, cada uno tiene una sílaba de la frase «Beijing Huanying Ni», que significa «Pekín te da la bienvenida».

Pekín 2008 hizo la presentación de sus mascotas pocos minutos después de que un reloj gigantesco, colocado en la Plaza de Tiananmen desde el año pasado, señalara que quedan exactamente mil días para el comienzo de los Juegos Olímpicos.

Al estilo tradicional del régimen comunista chino, que gusta de los grandes ceremoniales para todo lo que se preste, se celebró una fiesta de presentación de las mascotas en el Gimnasio de los Trabajadores de Pekín.

En ella participaron miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) que inspeccionan estos días los preparativos de los Juegos, además de algunos de los más célebres cantantes, actores y presentadores chinos: Jackie Chan, Sun Nan, Xie Tingfeng, Wei Wei o Liu Juan, entre otros.

El dragón, uno de los grandes favoritos, y el Rey Mono, personaje célebre de la literatura china y también en las apuestas, se quedaron sin regalo. Con la presentación, ya se han desvelado tres grandes secretos de los Juegos: cuál será el logotipo (un hombre estilizado de color rojo y blanco), el lema («Un Mundo, un Sueño») y las citadas mascotas. Ahora queda por ver cómo serán la ceremonia de apertura y de clausura, un secreto que hasta agosto de 2008, cuando se celebren los Juegos, no se conocerá, así como el recorrido de la antorcha olímpica, que China desea pase por Taiwán y llegue a la cima del Everest.

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