Sin apenas tiempo para asimilar el bofetón recibido en la Copa, el Mallorca regresa a la cruda realidad de la Liga con la obligación de darle una nueva dimensión a su trayectoria. La humillación sufrida ante el Alcoyano ha barrido por completo la escasa confianza que quedaba en el vestuario y ha puesto bajo sospecha su capacidad para invertir una situación que no puede seguir prolongándose. Los de Cúper se miden esta tarde al Villarreal de Manuel Pellegrini y una nueva decepción podría acabar de dinamitar un entorno en permanente estado de alerta (El Madrigal, PPV, 17.00 horas).
La plantilla mallorquinista vive en estos momentos las horas más complicadas del curso. El equipo sigue sin despegar en el campeonato y se incursión en el torneo del KO resultó tan efímera como decepcionante, por lo que empieza a ser necesario un golpe de timón que le devuelva la esperanza al plantel y que tranquilice a una hinchada aburrida ya de tanto altibajo. La escuadra bermellona no sabe lo que es ganar desde el pasado 17 de septiembre, cuando goleó a la Real Sociedad y su balance en las siete funciones que ha protagonizado hasta el momento es irrisorio, ya que además de ese espectacular triunfo sobre los de Amorrortu sólo ha sido capaz de recopilar dos empates ante equipos de su mismo perfil. Con este panorama y una triste imagen sobre sus hombros, el Mallorca comienza a ver como su crédito disminuye de manera alarmante y aunque el rival de este tarde no parece el más indicado para iniciar la remontada, la situación es preocupante y no queda más remedio que volver con algo positivo del Madrigal para evitar que las consecuencias de la caída sean irreversibles.
Cúper quiere enterrar por completo todo lo referente al partido frente al Alcoyano y va a ampliar el margen de confianza a los hombres que el pasado domingo empataron en casa ante el Racing. El técnico tiene a 21 futbolistas concentrados en Villarreal y ayer acabó de perfilar su planes para el choque de esta tarde, aunque éstos no cambiarán nada con respecto a los de la última jornada. La única duda que tenía el técnico era saber si Tuni llegaría a tiempo a la cita o si sería necesario alinear de nuevo a Peralta, pero el de Soller está trabajando a pleno rendimiento y repetirá de inicio como inquilino en la banda izquierda del centro del campo. Si se cumplen las previsiones y el preparador aplica esta tarde lo que ayer puso en práctica, sería la primera vez en toda la temporada que repetiría una alineación, un dato muy significativo que resume las dificultades que está teniendo el técnico a la hora de darle consistencia a un grupo muy castigado por las circunstancias. De esta forma, lo más normal sería que Prats estuviese bajo los palos y que por delante de él jugaran Cortés, Tuzzio, Iuliano y Navarro. En el centro del campo los encargados de llevar la brújula serán Borja y Doni -con ambos el equipo no pierde- y en las bandas repetirán Jonás y Tuni. La finalización del juego le corresponderá en esta ocasión a Víctor y al venezolano Juan Arango.