El consejo de administración del Real Mallorca se reunió ayer con la plantilla y el cuerpo técnico del primer equipo para hacer balance de las primeras jornadas, pero sobre todo para aumentar la comunión en el seno de la entidad. La comida, que tuvo lugar en el restaurante Ca'n Andreu de la Playa de Palma, discurrió presidida por el buen ambiente y tuvo su punto culminante con el deseo de todos los presentes de enderezar el rumbo a partir de la próxima jornada de Liga ante el Racing de Santander.
El objetivo del almuerzo era poner en común los objetivos de la SAD balear y sirvió para que los asistentes dejaran patente la buena sintonía que comanda las relaciones entre los diferentes estamentos que tienen su peso específico en el grupo de Cúper.
El buen humor fue la nota predominante de un encuentro que se saldó con el brindis por la reacción, aunque lo cierto es que no trascendió información al tratarse de un encuentro privado del que todos salieron muy satisfechos. El presidente Vicenç Grande aseguró en su discurso durante la II Diada de Penyes Mallorquinistes que le leería la cartilla a los jugadores que no hicieron acto de presencia el pasado domingo a los actos previstos en Son Moix, por lo que se deduce que las conversaciones debieron tener un amplio abanico de contenidos.