Juan Antonio Lladós|MOTEGI
Aoyama se llevó la gloria en feudo de las Honda y Dani Pedrosa
protagonizó una nueva gesta con un segundo lugar que adquiere un
valor añadido al correr lesionado y tras tres caídas en las
sesiones de entrenamiento. Pero Jorge Lorenzo también tuvo su dosis
de protagonismo en le carrera de 250 centímetros cúbicos del Gran
Premio de Japón. El piloto mallorquín del Fortuna Racing fue
sancionado por los comisarios por «conducta irresponsable» en la
carrera y a la vez fue excluido del próximo Gran Premio, el de
Malasia, que se dipsuta sobre el trazado de Sepang el próximo fin
de semana.
Según los comisarios, el español «causó daño a otros pilotos» con su conducción, actitud que está sancionada en el artículo 1.21.2 del reglamento de los grandes premios de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM). En la última vuelta de la carrera, Lorenzo trató de meterse por dentro en una curva cuando disputaba el segundo puesto a su compatriota y líder del mundial, Dani Pedrosa (Honda), y al sanmarinense Alex de Angelis (Aprilia), pero tuvo que alargar la trayectoria para evitar la caída y colisionó con De Angelis provocando un accidente.
Lorenzo abandonó como consecuencia del mismo y De Angelis fue séptimo tras volver a la pista, en lo que fue una repetición del accidente que el balear padeció en Montmeló y que le costó pasar por el quirófano con fractura de clavícula. El propio Lorenzo se mostró decepcionado por su actuación en Motegi, y su lectura de la carrera fue «muy negativa. Lo he dado todo y los mecánicos han hecho todo lo posible para que la moto vaya perfecta, pero no ha sido mi día, íbamos muy lentos». Sobre su caída, confesó que «mi única opción era ese hueco y lo he intentado. Si no me hubiera tocado De Angelis hubiera superado la curva».