Carlos Román|BARCELONA
Dos derrotas en dos encuentros sin marcar ningún tanto y dos
expulsiones fueron argumentos suficientes para que los futbolistas
del Real Mallorca abandonaran el Camp Nou decepcionados y con el
mal sabor de boca que conlleva compartir el farolillo rojo. La
plantilla mallorquinista, que regresó a la capital balear ayer por
la noche, evitó caer en el pesimismo cuando apenas han transcurrido
dos jornadas y apostó por olvidar la derrota el próximo domingo
ante la Real Sociedad.
Alejandro Campano, que repitió como titular en la banda derecha del centro del campo, resumió el sentimiento del vestuario isleño y valoró que «nos marchamos con mal sabor de boca por el resultado, por las dos expulsiones y también porque dos compañeros han salido tocados, pero son, en definitiva, tres puntos que debemos tratar de recuperar el próximo domingo». El capitán rojillo, que tuvo muchos problemas para superar la marca del lateral holandés Gio, no quiso restar méritos al juego azulgrana y resaltó que «hemos tenido oportunidades, pero ellos han estado muy rápidos atrás y juegan tan ofensivo que te impiden llegar a su portería con frecuencia».
Campano quiso mandar un mensaje tranquilizador a la hinchada mallorquinista, ya que entiende que «no debe haber ninguna preocupación porque la afición tiene claro que es muy pronto y también porque el equipo no anda tan mal y debe seguir peleando».
Al respecto de la actuación de Samuel Etoo, el centrocampista sevillano comentó que «si no es Etoo es otro el que te la puede armar, pero nosotros no hemos sabido reaccionar cuando nos han marcado y ellos tampoco no han tenido ocasiones tan claras hasta los últimos veinte minutos de partido».
Yordi se estrenó con la elástica rojinegra y se pronunció tras el partido en la misma línea que Alejandro Campano, es decir, lamentó la derrota y el hecho de perder a varios jugadores por expulsión y lesión. El delantero gaditano, que formó tándem ofensivo junto al japonés Yoshito Okubo, declaró que el choque del Camp Nou «no es de nuestra Liga» y abogó por «olvidar cuanto antes lo sucedido para centrarnos en la Real Sociedad».
El jugador procedente del Getafe, que dispuso de la mejor ocasión visitante al mandar por encima del travesaño un saque de banda prolongado en el interior del área, consideró que el Mallorca tuvo el partido «controlado esperando a dar el golpe, pero con el 2-0 se hace muy difícil darle la vuelta al marcador». Además, también añadió que «nos vamos con mal cuerpo y ya hay que pensar en el próximo partido porque hemos perdido ante un gran equipo y se han perdido tres puntos y dos jugadores, por lo que hay que pensar en la Real Sociedad porque será un partido importante en el que habrá que dar el do de pecho».
Sobre sus primeros minutos como jugador del Real Mallorca, Yordi resaltó que «el estreno ha estado bien y también me he encontrado en un buen nivel físico y de compenetración con los compañeros, aunque con la derrota todo esto queda en un segundo plano».
Elogios
El protagonista del partido, Samuel Etoo, mostró su alegría por
haber logrado sus dos primeros tantos del curso y también opinó que
«el Mallorca tiene mejor plantilla que la temporada pasada y en
general tienen un buen nivel para no sufrir lo mismo que sufrió la
temporada pasada».
El delantero camerunés, que dispuso de buenas oportunidades para aumentar su cuenta realizador en los últimos minutos del segundo acto, acogió con sorpresa el hecho de haber marcado por primera vez dos goles de cabeza durante un partido y bromeó con la casualidad de haberlo conseguido justo después de haber superado un traumatismo craneal que le convirtieron en duda en las horas previas al encuentro ante su ex equipo.
Etoo, que ayer jugó como principal referente ofensivo del grupo dirigido por el holandés Frank Rijkaard, restó importancia al mérito individual de sus dos dianas y ensalzó el trabajo colectivo: «Las ocasiones no las crea un jugador solo sino que es mérito del equipo, lo que pasa es que yo soy el último en salir y parece que es cosa mía, pero es un trabajo de todo el grupo».
La alegría de la primera victoria de la campaña tuvo su poso amargo al tener como víctima al Real Mallorca, por lo que el internacional camerunés, que admitió que «es mi casa y siempre es más difícil marcarle goles al Mallorca que a nadie, pero es mi trabajo y tengo que cumplir con él».