Carlos Moyà acaba de iniciar su actividad empresarial. El tenista mallorquín ha abierto recientemente Profitness, un nuevo gimnasio ubicado en el complejo Ocimax que está contando con una excelente acogida. En la impresionante sala de spinning de la instalación se lamenta de la mala fortuna que le ha perseguido durante esta temporada, señala los objetivos del tramo final del curso y avanza que el próximo año regresará el mejor Moyà. Días después de haber comenzado su aventura empresarial, Carlos Moyà asegura sentirse «ilusionado» ante este nuevo reto. El jugador balear asegura sentirse muy contento porque el comienzo ha sido muy bueno. «El principio siempre es complicado, especialmente habiendo comenzado en el mes de agosto, pero lo cierto es que la gente está respondiendo muy bien, mejor de lo que esperábamos. Todo el equipo está realizando un gran trabajo. Comenzando por Kim Forteza, que ha sido el que ha confeccionado el equipo, y siguiendo por los monitores. Gracias a ellos estamos teniendo un comienzo excelente».
Profitness supone la primera actuación de Carlos Moyà como empresario y el tenista mallorquín no tiene previsto realizar ninguna otra inversión hasta que haya conseguido consolidar el gimnasio. «Por el momento no me he planteado ningún otro tipo de inversión. Es mi primera vez en el mundo empresarial y quiero ver cuál es el resultado antes de realizar cualquier otra cosa». Antes de realizar una clase de indoor walking, Carlos Moyà lamenta la mala fortuna que le ha perseguido durante esta temporada y se marca los objetivos para los últimos torneos del año. «La meta para lo que queda de curso es terminar lo más arriba posible en la clasificación. Sería importante acabar bien para poder salir de cabeza de serie en el Open de Australia -en los Grand Slam hay 32 cabezas de serie- y evitar así a los rivales más complicados en las primeras rondas. Este año no ha salido como esperaba debido a varios factores pero en 2006 espero poder corregirlo».
Sin duda uno de los grandes males que ha perseguido a Carlos Moyà esta temporada fue la inoportuna lesión en el hombro derecho nada más comenzar la temporada de tierra batida. «Me lesioné el hombro en el tramo del campeonato más inoportuno. La temporada de tierra batida es la más importante para mí y las molestias que aparecieron en el Torneo de Estoril me impidieron jugar a mi mejor nivel en citas importantes -defendió su victoria en el Masters Series de Roma sin contar con su primer servicio- e incluso no me dejó jugar otros torneos importantes -como el Masters Series de Hamburgo-». La lesión en el hombro fue uno de los detonantes de su descenso en el ránking ATP, aunque Carlos Moyà reconoce que es un jugador que se mueve en función de las metas que se fija y que para el curso 2005 no se había marcado ningún objetivo. «Quiero esperar a que termine el año para marcarme los objetivos de la temporada que viene. Todavía tengo que jugar en China, Viena, Madrid y París, cuatro torneos en los que espero conseguir buenos resultados. De todos modos tengo que reconocer que uno de los grandes errores de este año no ha sido tener una meta. Tengo claro que para el próximo curso me voy a fijar algún objetivo importante, aunque todavía no he decidido cuál».