El Mallorca ya ha iniciado la carrera hacia el Nou Camp. La plantilla bermellona se ha obsesionado con el desplazamiento del próximo fin de semana a Barcelona y no ve más allá del pulso ante el campeón porque sabe que su actuación será a su vez el termómetro de este arranque de temporada. La capacidad del enemigo hace que la derrota se haya colado en todos los pronósticos, pero nadie acepta todavía esa posibilidad. Una victoria dispararía las expectativas y ese el único objetivo que figura ahora mismo en la agenda del vestuario.
La mejor noticia para los baleares es que la enfermería se ha ido despoblando y que el equipo va cogiendo forma a medida que avanza la semana. Ayer se incorporó al grupo Juan Arango y hoy deberían hacerlo los internacionales Miquel Àngel Moyà y Alessandro Potenza y Adrián Peralta, que había viajado a Argentina con el permiso del club. Todos ellos se encontrarán ya con Tuni y Eduardo Tuzzio, que han empezado a trabajar con normalidad una vez solventados sus problemas físicos. Ambos sufren todavía las molestias derivadas de la inactividad, pero salvo recaída de última hora, estarán a disposición de Cúper para este mismo domingo.
Distinto es el caso de Yoshito Okubo, con el que los médicos no están dispuestos a arriesgar. El delantero japonés padece lumbago -ese mismo problema ya lo sufrió el curso pasado- y aunque los galenos esperan que se reintegre en el equipo en los próximos días, no se va a acelerar su recuperación para evitar males mayores. Cristiano Doni por su parte, se quejó ayer de unas molestias en el gemelo, pero parece que su entrada en la convocatoria no corre peligro.