Héctor Cúper se ha pasado toda la semana intentado atar cabos. Después de que Víctor regresara de Maó con las muletas en la mano, de que Jonás Gutiérrez se ejercitara en el gimnasio y de que Luis García fuera traspasado al Espanyol, el técnico de Chabas se ha visto obligado a buscar soluciones de urgencia. Como el acompañante de Okubo en ataque, que será Tuni, el único delantero que le quedaba. O el portero que jugará esta tarde, que finalmente será Moyà. O el socio de Farinós en el centro del campo, que podría ser Pereyra en detrimento de Borja. Todo, en busca de un equipo competitivo que se mida a un Deportivo que también llega fracturado por las bajas.
No ha sido una buena semana para el Mallorca, que ha visto como sólo Adrián Peralta ha logrado recuperarse a tiempo de una contusión en el dorsal. Ni Jonás Gutiérrez, ni Eduardo Tuzzio han logrado superar sus dolencias, mientras que a Víctor lo tenían que inmovilizar. Lo del delantero fue la peor noticia posible, porque Luis García se marchaba al Espanyol y porque Fröde Johnsen no lograba salir del Rosenborg. Así, Cúper se ha encontrado con escasa materia prima para diseñar el primer once de la temporada; sobre todo, de cintura para arriba.
El preparador argentino ya confirmó el pasado viernes que Miquel Angel Moyà iba a defender la portería, por lo que una de las incógnitas ya está despejada. El cancerbero de Binissalem abre el curso como titular, a pesar de que en esa demarcación Cúper no va tener muchos problemas, porque los dos guardametas son de una solvencia extraordinaria. Cortés también repite en el lateral derecho, mientras que Fernando Navarro ocupará la banda izquierda. Ballesteros es otro de los que continúa siendo fijos en el once, y ocupará plaza en el eje de la defensa. Al lado tendrá a Potenza, que será titular por delante de Iuliano y de Tuzzio, lesionado.