Apenas ha cumplido los 23 años y su nombre ya figura entre las mayores inversiones realizadas por el Real Mallorca en los últimos tiempos. Jonás Gutiérrez (Buenos Aires, 1982) posó ayer con su nueva camiseta después de unas negociaciones maratonianas, de unas conversaciones eternas que a punto estuvieron de quebrarse por una antigua deuda del jugador con Vélez Sarsfield, que retrasaron más de dos horas su presentación. Al final, la operación quedó cerrada por un montante global de 2'7 millones de euros por el 50% del pase de Gutiérrez, que firmó un contrato para las cinco próximas temporadas y que supone el fichaje más caro de la «era Grande», el octavo de la temporada y el quinto jugador argentino del vestuario isleño.
El Mallorca será el propietario de la mitad de su pase, pero ha incluido en el contrato varias cláusulas complejas que le garantizan sus derechos en caso de que otro club se interese por los servicios. Por ejemplo, en los tres primeros años sólo podrá venderse si el Mallorca está de acuerdo, por lo que la entidad balear tendrá la exclusiva del futbolista durante ese primer trienio. Asimismo, a partir de la cuarta campaña sólo podrá ser transferido a partir de una cantidad mínima concreta que quedó estipulada en el contrato. La presentación de Jonás Gutiérrez estuvo precedida de dos horas cargadas de tensión e incertidumbre. A las dos de la tarde, una hora después de la hora fijada para su presentación, el presidente Vicenç Grande dio la cara para informar de unos «flecos económicos» entre el futbolista y su club, Vélez Sarsfield. «En cinco o diez minutos bajamos», apuntó Grande. Pero esos cinco minutos se multiplicaron, los minutos pasaban y nadie del club aparecía por la sala da prensa. Hasta que a las tres y cinco de la tarde, flanqueados por los representantes y el padre del futbolista, Vicenç Grande y Jonás Gutiérrez dieron la cara por la zona mixta de Son Moix.
Grande, que abrió su comparecencia pidiendo disculpas por la demora, ensalzó a una de las joyas del fútbol argentino y a una de las claves del Clausura conquistado hace unos meses por Vélez. Gutiérrez comenzó el acto con un «bon dia a tots», que provocó las primeras risas de la sala, y habló del retraso: «En las negociaciones siempre aparecen detalles de última hora, pero al final quedó todo definido», apuntó. El centrocampista aceptó la oferta del Mallorca por «el club, la presencia de Cúper, los argentinos, la ciudad...es un reto personal que espero aprovechar. Hay muchos argentinos en el vestuario y eso me ayudará mucho para la adaptación». Jonás Gutiérrez, que hace dos años llegó a entrenar durante unos días en el Liverpool que dirigía Houllier, afronta esta aventura como un desafío: «Tengo la oportunidad de jugar en una de las mejores ligas del mundo y espero no desaprovecharla». Gutiérrez, apodado El Galgo por su velocidad y su zancada, se define como un «volante carrilero de ida y vuelta que trata de sumar para el equipo». Gutiérrez considera positivo la competencia que tendrá con Alejandro Campano en la banda derecha porque «así el técnico tendrá más donde elegir».