El Mallorca volvió a pisar ayer el césped de Son Bibiloni para iniciar la tercera fase de la pretemporada. Después de dos días de asueto, la plantilla rojilla volvió a ponerse a las órdenes de Juan Manuel Alfano en un exigente sesión doble que sirvió para retomar el trabajo en el mismo punto en el que se dejó en Kössen. El grupo de Héctor Cúper se ejercitó casi al completo en la sesión matinal y sólo etocado Guillermo Pereyra, que sigue recuperándose de una periostitis tibial bilateral, trabajó en el interior del gimnasio. Farinós en cambio, parece haber dejado atrás las molestias que sufría y saltó al campo junto al resto de sus compañeros. El plantel vuelve a tener hoy una doble cita y mañana se desplazará a Murcia para participar en el triangular de presentación del Lorca, donde se medirá al conjunto local y al Ciudad de Murcia en partidos de 45 minutos.
Sergio Ballesteros fue uno de los jugadores que comparecieron ayer ante la prensa y aseguró que la más que probable llegada de Tuzzio no debería condicionar su visión de la temporada: «Poco importa si juega Tuzzio o Ballesteros, lo realmente necesario es que el equipo funcione bien de manera colectiva y que no se sufra tanto como el año pasado». Por su parte, su compañero Juan Arango destacó que «el año pasado ya estuve muy cómodo en la posición de mediapunta y no me importa jugar en esa posición o en otra. Lo importante es participar», comentaba el venezolano.
Por otra parte, el Mallorca ha llegado a un acuerdo con el Xerez para la cesión del futbolista del filial Guzmán Casaseca. El extremeño, que llegó a mediados de la temporada pasada como una de las grandes bazas de futuro del club, podrá alargar su progresión en la categoría de plata, tal y como pretendía la SAD balear.