Carlos de Torres|MENDE
El español Marcos Serrano, el veterano del Liberty Seguros, tomó
ayer el relevo histórico del francés Laurent Jalabert y se impuso
en solitario en la decimoctava etapa del Tour disputada entre Albi
y Mende, de 189 kilómetros, la más temida de lo que resta del
recorrido, en una jornada de escapada consentida que permitió a
Armstrong borrar otra hoja del calendario. La historia dejó grabada
la victoria de Jalabert en Mende, hace 10 años, cuando con el
maillot del Once hizo tambalearse a Indurain con una enorme
emboscada. Una década después, otro hombre de Manolo Saiz, el
gallego Marcos Serrano, voló directamente a sus 32 años del
aeródromo de la localidad francesa a la gloria. Así cumplía un
sueño personal y daba a su necesitado equipo la primera victoria,
la tercera de los españoles en la presente edición.
En día de efemérides, también era el segundo pontevedrés después de Pereiro en visitar el podio de ganadores de etapa. Fueron coincidencias, nunca casualidad, ya que Serrano se metió en la escapada del día, aguantó los tirones de sus compañeros de fuga y arrancó en su terreno, en las rampas del Monte Jalabert, donde impuso su ley de acero para entrar solo, en campeón disfrutando de lo mejor del ciclismo con un tiempo de 4h.37.36.
Serrano, que a punto estuvo de dejar el ciclismo tras el Tour'03, no dejó escapar la oportunidad de su vida para cumplir la razón que le mantenía en activo. Quería una etapa del Tour y la logró en uno de los sitios que no dejan indiferente a nadie, donde hay peso histórico. Ya tiene algo grande que contar a sus dos hijas y a su padre, ex ciclista, quien le convenció para que dejara el balonmano y se dedicara al ciclismo. El decano de los hombres de Saiz aventajó en 27 segundos a Vasseur y a Axel Merckx, que sufrieron los efectos colaterales del latigazo de Serrano en la subida final. A 1.08 arribó Zandio (Illes Balears), un día más buscando la suerte en una escapada.