Carlos de Torres|DIGNE LES BAINS
El francés David Moncoutié, del Cofidis, alegró la fiesta nacional
del 14 de julio con un bonito triunfo en solitario en la duodécima
etapa disputada entre Briancon y Digne les Bains, de 187
kilómetros, en la que Alejandro Valverde puso fin a su periplo en
el Tour al agravarse las molestias que padecía en su rodilla.
Moncoutié alegró la cara a los franceses y se convirtió en el
decimoquinto ciclista galo que gana en tan señalado día desde 1947,
y lo hizo a su estilo, atacando de lejos y aguantando en solitario
el acecho inminente de un grupo de seguidores, en este caso 7,
donde iban tres españoles: Angel Vicioso (Liberty), el campeón de
España Juan Manuel Gárate y José Luis Arrieta (Balears).
Así se impuso en la pasada edición en Figeac y con ese recuerdo se creció para hasta alzar los brazos en Digne con un tiempo de 4:20.06. Se convertía en el sucesor del añorado Richard Virenque, que hace justo un año se unió al festejo con una de sus exhibiciones en Saint Flour. Moncuotié aventajó en meta en 57 segundos a sus ex compañeros de fuga, que pasaban con otro francés al frente, Sandy Casar (Francaise), y tercero fue Vicioso (Liberty). El pelotón con los favoritos terminó el paseo bajo el sol a 10.30, con el australiano Robbie McEwen al frente. Después de dos etapas exigentes en los Alpes, hubo descanso, pacto de no agresión y ahora a esperar a los Pirineos, donde están previstas las próximas batallas.
La otra noticia de la jornada fue el registro por parte de aduaneros franceses de vehículos de los equipos Liberty, Phonak, Bouygues Telecom, AG2R y Davitamon Lotto, motivados por la detención de Dario Frigo. La general, sin cambios, siempre el estadounidense Lance Armstrong de amarillo con 38 segundos sobre el danés Rasmussen y 2.43 respecto al francés Moreau. El primer español, Alejandro Valverde, quinto a 3.16. El murciano del Illes Balears, la gran sensación de la carrera, optará por abandonar la carrera después de que la dolencia en su rodilla empeorara durante la jornada de ayer. Los dolores seguían y el frío de los Alpes los ha agravado.