Efe|COURCHEVEL
El estadounidense Lance Armstrong, quien se vistió de nuevo de
amarillo en Courchevel después de impartir una lección junto al
murciano del Illes Balears, Alejandro Valverde, destacó que el
español «estaba impresionante y no había forma de descolgarle» y
avisó de que el Tour aún no se ha acabado. «Estaba impresionante,
los demás se descolgaban pero el estaba siempre ahí, no había forma
de quitárselo de encima. Es un corredor difícil de clasificar,
porque puede ganar al esprint o una etapa de montaña, es muy
completo, inteligente y cuenta con un buen equipo. Su punto débil
es la contrarreloj, pero no tengo dudas de que mejorará en el
futuro», dijo del murciano. Armstrong aseguró que a pesar de haber
superado a todos sus rivales «aún queda mucho Tour» y destacó que
guardar hasta París la prenda dorada será decisión del director del
equipo Johan Bruyneel.
«El objetivo es tener el maillot amarillo en París, claro, pero aún queda mucho camino y será mi director quien decida. Los principales adversario han perdido terreno, pero aún nos esperan muchas etapas. Igual que nosotros tuvimos un mal día, hoy -por ayer- lo han tenido los demás», señaló Armstrong después de subir al podio como líder. El líder del Discovery Channel explicó la táctica del equipo en el ascenso a Courchevel. «No estaba previsto que Popovych estuviera conmigo hasta el final porque tuvo una caída. El elegido era Azevedo, pero no se encontraba bien y Bruyneel ha hablado con los compañeros para invertir los papeles», dijo. Por su parte, Alejandro Valverde señaló que estaba viviendo el «día más grande» de su vida y que no había «palabras para explicar el momento más importante» de su vida. «Se ha cumplido uno de los grandes sueños que tenía. Es el día más grande de mi vida, y el más importante, y no tengo palabras para explicar esto. No se puede pedir más, ha sido un día extraordinario para mi y para el equipo, con la cuarta plaza de Mancebo y los dos bien situados en la general», dijo un pletórico Valverde.
El ciclista de Las Lumbreras explicó los últimos kilómetros de ascenso y el momento decisivo del esprint con Armstrong. «Hemos subido a mil por hora y ha sido muy duro. Armstrong me dijo a 10 kilómetros de meta que había que tirar a tope para coger tiempo. Al final arrancó Rasmussen y le seguimos, luego a falta de 450 metros arrancó Armstrong muy fuerte y creí que no le podría alcanzar, pero vi que era posible, me crecí mentalmente y le superé», comentó. Respecto a cómo había visto al líder estadounidense, Valverde comentó: «Lance está muy fuerte, como siempre, pero yo también me encuentro fenomenal y espero darle guerra. Ahora hay que seguir trabajando, estar al lado de Mancebo e intentar nuevas cosas».