José Miguel Blanco|MADRID
El vuelo en el que regresó el grueso de la delegación que defendió
en Singapur la candidatura de Madrid 2012 con el lema «La ciudad de
la alegría» vio ese sentimiento truncado doblemente, por no ser el
proyecto elegido y por los atentados en Londres, la opción
vencedora para organizar los Juegos Olímpicos. Políticos,
empresarios, deportistas e informadores compartieron un vuelo en el
que comenzó dominando el silencio, pero más que por el estado de
ánimo tras la eliminación de Madrid, por intentar compensar las
escasas horas de sueño de los últimos días debido al intenso
trabajo y a la imposibilidad de adaptarse en poco tiempo al horario
de Singapur.
Superada esa primera fase se sucedieron los corros en los pasillos del avión y las barajas hicieron acto de presencia. Con ánimo recobrado y cuando el cava había sembrado de brindis el avión, llegaron las primeras noticias de los atentados perpetrados en Londres, que fueron acogidas con incertidumbre y con comentarios sobre un inevitable paralelismo con lo ocurrido el 11 de marzo de 2004 en Madrid.
Fue el momento para que numerosos miembros de la delegación, entre ellos el vicealcalde, Manuel Cobo, y el consejero delegado de Madrid 2012, Feliciano Mayoral, reforzaran su crítica a la intervención que tuvo ayer ante la Asamblea del Cómite Olímpico Internacional el Príncipe Alberto de Mónaco.