Toni Cazorla puso ayer fin a un ciclo y abandonó la disciplina del Mallorca después de siete temporadas como técnico del club y otras catorce como futbolista. El ex entrenador del filial concluye así su trabajo en las categorías inferiores rojillas y su futuro queda a expensas de una posible oferta que a estas alturas del curso se antoja muy poco probable.
La salida del preparador granadino se había dejado entrever a lo largo de las últimas semanas, pero el club no había querido pronunciarse hasta que se solucionaran todos los aspectos relativos al cambio de poder y eso va a perjudicar seriamente las aspiraciones del técnico, que lo va a tener muy complicado para recibir una propuesta interesante debido a que la mayoría de equipos empezarán a preparar la próxima temporada en apenas unas semanas y la mayoría de los banquillos se encuentran ya adjudicados.
La salida de Cazorla se produce después de dos temporadas al frente del filial que se han saldado con el descenso del equipo a Tercera división, pero que a su vez, ha facilitado la ascensión a la primera plantilla de un importante número de jugadores. Casi con toda seguridad, será Tomeu Llompart el que coja el relevo al frente del filial con la misión de devolverlo cuanto antes a la categoría de bronce.