Parece que el bombo está empeñado en hacer que Rafael Nadal gane eliminando a los jugadores más importantes del cuadro. Como ya sucediera en Roland Garros, el sorteo de Wimbledon ha puesto en el camino del mallorquín a tenistas muy peligrosos. Viaja por la parte baja del cuadro y va a debutar ante el estadounidense Vincent Spadea. El problema es que se cruzan demasiado pronto nombres como Richard Gasquet, David Nalbandián o Radek Stepanek. Ahora que llega Wimbledon, la sombra de Roger Federer es demasiado alargada. El suizo ha ganado las dos últimas ediciones y es el máximo favorito para coronarse nuevamente en Inglaterra. No viajar por su parte del cuadro es una buena noticia, pero para Rafael Nadal no lo es totalmente. El mallorquín parte como cuarto cabeza de serie -la organización de Wimbledon es la única que pone los cabezas de serie según su punto de vista y no en función del ránking ATP- y va a debutar ante Vincent Spadea. El estadounidense se perfila como un rival complicado, aunque Nadal parte como favorito.
Si se cumplen los pronósticos, Rafael Nadal se mediría en segunda ronda con el ganador del Félix Mantilla-Gilles Muller, los dos inferiores al balear. El problema es que en tercera ronda se cruzaría probablemente con Richard Gasquet, un adversario demasiado peligroso para tratarse de la tercera ronda. El francés no ha podido en los últimos enfrentamientos sobre tierra aunque sobre hierba el resultado es una incógnita. También sería muy duro el rival de octavos, posiblemente el ganador del enfrentamiento entre David Nalbandián y Radek Stepanek. Para cuartos aparecen Novak, Cañas, Haas o Thomas Johansson, mientras que el rival previsible en semifinales sería Andy Roddick. Por arriba, Safin, Hewitt y Davydenko tratarán de impedir que Federer alcance su tercera final consecutiva.
Ya era complicado ganar a Maria Sharapova sobre tierra batida, pero sobre hierba se antoja como una misión imposible. Nuri Llagostera busca un milagro en la primera ronda del Grand Slam inglés para poder deshacerse de la jugadora rusa, una de las máximas favoritas y que el año pasado se mostró intratable para ganar su primer Grande. Sharapova llega a Wimbledon en un buen momento y con la intención de revalidar su título ya que aspira en arrebatarle el número uno del mundo a Lindsay Davenport. Llagostera necesita poder restar los saques de la rusa y moverla muy bien para que no pueda lanzar sus temibles tiros de derecha y revés.