Xisco Cruz / Carlos Román
Una semana más tarde, el Mallorca sigue inmóvil. Después de sellar
la permanencia y de granjearse un buen futuro en la Liga española,
el club se mantiene paralizado a la espera de cerrar el gran
interrogante de esta postemporada: ¿seguirá Mateu Alemany? La SAD
balear ha convocado al consejo de administración para el próximo
miércoles -incluso podría adelantarse a esta tarde, pero es muy
complicado unificar fechas y horarios de los accionistas- en un
intento por dar carpetazo a un problema que está afectando a la
planificación deportiva. La continuidad del presidente, que puede
estar vinculada a la de Cúper, es ahora el azote del Mallorca, que
no quiere vivir otro verano como los anteriores. En ese sentido, el
consejo le ha recordado a Alemany que adquirió un compromiso con
Cúper por tres temporadas, por lo que le ha pedido que siga en el
cargo. Además, la respuesta de la hinchada rojilla, pidiéndole al
gestor mallorquinista que prolongue su estancia en el cargo, ha
sido un espaldarazo para los consejeros.
Los accionistas del Mallorca creen que el club tiene una gran oportunidad de reproducir aquel ciclo glorioso que le llevó a Europa si Cúper y Alemany continúan en el cargo. El consejo de administración considera que el preparador de Chabas puede firmar una gran temporada si trabaja desde el inicio, con tiempo, no como se ha visto obligado a hacer este año. También piensan que Alemany se maneja de forma notable en los despachos y que sus conocimientos puede ayudar mucho a que crezca la entidad. Así, los consejeros pretenden alargar el actual binomio para que le pueda reportar al club réditos deportivos. «Lo más importante es que los dirigentes se comprometan a cumplir lo que pactaron», recordó ayer un miembro del consejo. Es una clara alusión a la continuidad de Mateu Alemany, que convenció a Cúper para que aceptara un proyecto de tres años.
Pero no sólo el consejo de administración está de acuerdo en la continuidad de Mateu Alemany. La afición del Mallorca se ha manifestado y el domingo, por ejemplo, zanjó de raíz cualquier debate: «Cúper-Alemany, per sempre», rezaba una pancarta colocada en el estadio Lluís Sitjar con motivo del partido de juveniles que enfrentó a Mallorca y Barça. Parte del numeroso público congregado se dirigió al presidente, que seguía el partido desde el palco, pidiéndole que continuara. «Es un clamor popular. Esos aficionados representan a la masa social del club y no se merece que lo que está pasando», explicaba ayer un consejero interrogado al respecto. Lo que sí que tiene claro el club es que la actual situación no se puede dilatar, ya que este inmovilismo puede afectar al proyecto deportivo del año que viene. Los equipos de Primera se están moviendo con velocidad pese a lo prematuro de las fechas y, pese a que Mateu Alemany sigue en su despacho y la secretaría técnica confeccionando informes, lo cierto es que nadie ejecuta nada. Mientras, el Racing de Santander sigue negociando con el agente de Felipe Melo; Yoshito Okubo y Juan Arango desconocen su futuro, por ejemplo.