Amador Pons|PARÍS
Salvando las distancias, el tenis de Mariano Puerta es muy similar
al de Rafael Nadal. Son dos jugadores que no sienten la presión del
marcador. Juegan todos los puntos como si fuera el primero del
partido y sus golpes son semejantes. Tiene un buen servicio, un
revés notable y una derecha sobresaliente. Ambos son zurdos, pelean
todas las pelotas, saben leer los errores del rival y afrontan su
primera final de un Grand Slam. La diferencia es que Rafael Nadal
es un ganador desde que nació. No sabe hacer otra cosa que no sea
ganar. Rafael Nadal y Mariano Puerta han llegado a la final por
caminos muy diferentes. El mallorquín es la revelación del circuito
profesional y pese a que el viernes cumplió 19 años ya ha disputado
partidos muy importantes. Ha ganado la Copa Davis siendo una pieza
clave del equipo español y viene de ganar los Masters Series de
Montecarlo y Roma. Uno de los secretos de su tenis es el carácter.
Es un ganador nato. Siempre lo ha hecho. Desde que cogió su primera
raqueta es lo único que hace. Está tan acostumbrado a disputar
encuentros de gran trascendencia que nunca le tiembla el pulso.
Mariano Puerta está mostrando en París un desparpajo poco habitual.
Pero su caso es muy diferente. De vuelta tras dar positivo en un
control antidopaje, parece que está disputando sus partidos como si
fueran entrenamientos. Cuando el partido alcanza los juegos
decisivos lanza sus tiros con más fuerza. Se muestra más agresivo y
acostumbra a desconcertar a los rivales.
En la pista tienen un perfil similar. Su condición de zurdo y especialista en tierra batida provoca que Mariano Puerta ejecute un servicio similar al de Rafael Nadal. El tenista argentino suele sacar liftado o cortado. Apenas se juega primeros servicios potentes planos. Suele abrir huecos, especialmente cuando sirve en el lado de las ventajas. Sus adversarios tienen que restar más allá del pasillo de dobles y luego tiene toda la pista para comenzar a dominar los puntos. Es la táctica que también utiliza Rafael Nadal, pero hoy ninguno de los dos la podrá utilizar con la frecuencia que acostumbran a hacerlo ya que el resto del contrario será con la derecha, lo que provocará que los restos sean mejores que los de los diestros, que lo hacen con el revés.
Sin duda el mejor golpes de ambos es la derecha. Mariano Puerta ha sacado un gran rendimiento a este golpe durante el torneo. Cuando lo cruza suele dominar los puntos ya que abre ángulos contra el revés de los rivales y sus tiros paralelos acostumbra a sorprender. Es un golpe potente, aunque nada que ver con el drive de Rafael Nadal. No hay ningún golpe en el circuito ATP en la actualidad tan mortífero como la derecha del mallorquín. Desde que la pelota choca con la raqueta de Nadal coge una velocidad impresionante. Al tocar el suelo sufre un efecto endiablado y sube mucho. Cuando los adversarios quieren responder se encuentran con una pelota que no habían visto antes, imposible de atacar y que te come el terreno muy deprisa.