Amador Pons|PARÍS
A medida que las nubes se apoderaban del cielo y la lluvia
amenazaba a los partidos de la jornada vespertina, Lindsay
Davenport y Mary Pierce apretaban el acelerador para tratar de
escapar de la eliminación y del agua. Habían visto como Victor
Hanescu daba la sorpresa al despedir de Roland Garros a David
Nalbandián. Lo que ya no supone una derrota es ver ganar a Sesil
Karatantcheva, una adolescente (15 años y 10 meses) que se ha
metido ya en cuartos de final.
Después de una semana disfrutando de un clima magnífico, incluso demasiado caluroso, la lluvia llegó a París. Llegó en un día complicado, ya que ayer estaban programados los encuentros de octavos de final de la parte alta del cuadro masculino y todos los partidos de octavos del cuadro femenino. Para terminar de cargar un programa ya de por sí demasiado denso, tuvieron que terminarse los partidos de tercera ronda del cuadro masculino a los que la falta de luz no dejó finalizar en la sesión del sábado.
El partido entre Nicolas Kiefer e Igor Andreev apenas tuvo trascendencia. Se había suspendido el sábado con el marcador 6-4, 7-6, 3-6 y 4-4 a favor del alemán y Kiefer lo finiquitó en unos minutos ganando los dos juegos de hoy (6-4 en el cuarto set). El jugador germano se metía de este modo en octavos de final, donde va a medirse a Guillermo Cañas, que eliminó a Paul Henri Mathieu en un duelo en el que tuvo que levantar dos pelotas de partido en contra en el quinto set.
De hecho gran parte de la culpa de que Nuri Llagostera no pudiera finalizar su partido de ayer fue de este encuentro. El sábado se había suspendido con 6-3, 7-6 y 2-2 a favor de Cañas, pero ayer Mathieu acarició la proeza. En la reanudación del partido ganó el tercer y cuarto set (2-6 y 6-7) y se colocó con 5-4, saque y dos pelotas de partido. Cañas consiguió salvarlas y terminó ganando por 8-6 en el quinto set.