La euforia hizo presa a todos los futbolistas del Real Mallorca cuando Pérez Burrull hizo sonar su silbato en tres ocasiones mientras el Villarreal le ponía la puntilla al Levante. Fue una alegría compartida por los jugadores del Betis, que lograron la clasificación del primer equipo andaluz para la Liga de Campeones, pero fueron los rojillos los que hicieron vibrar las repletas gradas de Son Moix.
La tensión acumulada de unos noventa minutos de infarto y de una temporada agónica bajó de golpe para tornarse en alegría. Los jugadores se abrazaron, gritaron, compartieron su alegría con una afición completamente entregada que festejó la permanencia como si de un título se tratase. El cava puso rumbo a los vestuarios después haber permanecido en las neveras para no gafar una fiesta que se vivió en el campo y que se prolongó en la intimidad del vestuario.
Sergio Ballesteros, visiblemente emocionado, comentó «el duro golpe» que supuso saber que el Levante se adelantaba en el marcador y concluyó que «hemos realizado un final de temporada de equipo campeón y la verdad es que ha sido impresionante. Hay que darle la enhorabuena del primero al último y a todos los que han creído en nosotros cuando llegaron los momentos más delicados».
David Cortés también estaba exultante y manifestó que «yo siempre he creído en este equipo». El lateral extremeño, que ha sido uno de los fijos en los esquemas de los tres entrenadores que han ocupado el banquillo de Son Moix, coincidió con el análisis del central valenciano Sergio Ballesteros después de acumular siete jornadas sin conocer la derrota y afirmó que «la última racha de resultado que hemos conseguido son sin duda números campeón».
Alejandro Campano, uno de los jugadores más en forma del grupo de Cúper en el tramo final del campeonato, calificó de «impresionante» la última jornada y aseguró sentirse muy contento «tanto por la gente como por nosotros mismos». El centrocampista sevillano analizó que «ha sido muy bonito y una pasada porque nos merecíamos todo esto».
Miquel Àngel Moyà se mostró en la misma línea que toda la plantilla al valorar como «impresionante el hecho de quedarse en Primera y, sobre todo, siento una gran felicidad». El meta de Binissalem dijo que «es lo mejor que nos ha podido pasar y lo imporante era salvarse por encima del resultado que se ha logrado ante el Betis».
Yoshito Okubo festejó como pocos la permanencia y después de digerir y destacar el éxito de la salvación, declaró que «el Mallorca es un gran equipo y me gustaría quedarme la próxima temporada». Y es que el Mallorca tiene una opción de compra del jugador que llegó procedente del Cerezo Osaka y los próximos días serán fundamentales para conocer el futuro de un jugador que resultó fundamental en el triunfo isleño ante del Dépor.