El consejo de administración del Real Mallorca SAD acordó ayer presentar una querella criminal contra Miguel Angel Ruiz, ejecutivo del Levante Unión Deportiva, imputándole un delito de injurias. Además, el club solicita a Pedro Villarroel, presidente de la entidad levantinista, que en un plazo de 48 horas se pronuncie sobre si suscribe las palabras de su consejero. Igualmente, los accionistas del Mallorca requieren a la RFEF para que, a través de sus comités, actúe de oficio y castigue las manifestaciones de Ruiz.
Los gestores del Mallorca se reunieron ayer de forma extraordinaria en la planta noble de Son Moix para escrutar las acusaciones de Miguel Angel Ruiz, directivo del Levante que acusó al club isleño de haber comprado el partido ante el Deportivo. Poco después, el consejo redactó una nota con seis puntos. En el primero expresa su «repulsa por las reiteradas declaraciones del señor Ruiz en las que sostiene la existencia de un amaño del partido celebrado el pasado domingo (...) con el propósito de facilitar la victoria de nuestro equipo». En el segundo punto el Mallorca asegura que interpondrá una «querella criminal contra don Miguel Angel Ruiz a fin de que los tribunales depuren las difamaciones e injurias proferidas». Posteriormente, el club «interesa del Levante Unión Deportiva SAD para que, en el término de 48 horas y por conducto de su presidente, se pronuncie abiertamente si suscribe, apoya o avala las declaraciones de su consejero. Transcurrido dicho plazo, requerir notarialmente a la citada entidad una respuesta firme sobre el particular». El Mallorca, en su cuarto punto, muestra su apoyo a Enrique Romero: «Expresar el más firme reconocimiento sobre la honorabilidad del jugador don Enrique Romero, de trayectoria deportiva y personal intachable; así como de su club, el Deportivo de la Coruña SAD».
El consejo acordó redactar un quinto punto en el que requieren a la RFEF para que «a través de sus comités, y en ejercicio de las funciones que tiene encomendadas para garantizar la pureza de la competición y el buen nombre de los equipos y jugadores que en ella interviene, actúe de oficio a fin de depurar conductas tan perniciosas para la competición, evitando que se extienda un halo de sospecha sobre su transparencia». Por último, el Mallorca pretende «centrar todos sus esfuerzos» en el partido del domingo ante el Betis.