Xisco Cruz
Hace apenas un par de semanas hablar de la permanencia del Mallorca
era una broma de mal gusto, un atrevimiento. El club ya hacía
planes para la próxima temporada y Cúper aceptaba volver a negociar
su contrato. Incluso entrenar al Mallorca en Segunda. Todo estaba
claro, a pesar de que los discursos que se ofrecían desde la planta
noble hablaban de agarrarse a las matemáticas. Y eso es lo único
que le queda al grupo isleño, que ni ganando en Soria se ha visto
aliviado.Eso sí, ese triunfo y la derrota del Levante le han dejado
en disposición de seguir soñando, porque en club valenciano anda
metido en un buen lío -ayer el campo amaneció con pintadas y una
tienda incendiada- y su caída libre es evidente. Sin embargo, en la
misma situación estaban Osasuna y Racing hace más bien poco, y
ahora alcanzarlos ya es una utopía (Son Moix, 17.00 horas, PPV). El
Mallorca perseguía un triunfo y lo logró en Soria. Ahora busca algo
más, porque depende de lo que haga el Levante para poder seguir
creciendo. Dijo Cúper que no es bueno ir mirando el marcador, pero
es inevitable a estas alturas.
El conjunto rojillo está en manos de sus rivales y, además, tendrá al otro lado a un rival de primer orden. Es el Espanyol uno de esos equipos que pasó miedo el año pasado y que diseñó una notable plantilla para no volver a las cavernas del campeonato, por lo que hoy llega a Palma en busca de una plaza para la Liga de Campeones. Mientras, el Mallorca anda buscando todo lo contrario. Trata de ganar primero y esperar que el Levante cometa un error, algo que es complicado a estas alturas.