Efe|ESTORIL
Carlos Moyà consiguió ayer una de esas victorias que tienen valor
doble. Superó a Juan Carlos Ferrero por 7-5, 6-7 (4) y 6-4 en dos
horas y 47 minutos, pasó a octavos del Abierto de Estoril y se
autoconvenció de que todavía le queda mucho tenis. En una primera
manga muy igualada, con 6-5 en el marcador, Moyà rompió el servicio
de Ferrero en el momento más indicado, cuando el tenista valenciano
no tenía opciones de reaccionar, y se llevó el primer parcial.
Ferrero desperdició en el segundo set una ventaja de 4-2 y se dejó
superar por Moyà, que dispuso de tres bolas de partido, aunque el
tenista de Onteniente logró levantar estos puntos de partido, para
finalmente ganar el parcial en la muerte súbita (4-7).
La igualdad se mantuvo en el tercer set, con los dos tenistas manteniendo su propio servicio, hasta que, con 4-4, Moyà le rompió el saque a Ferrero, que nada pudo hacer ya para recuperar la desventaja, que resultó definitiva. Antes del partido, los números de los enfrentamientos previos en tierra batida daban una ventaja a Ferrero, que en los cinco choques había vencido en cuatro de ellos, aunque el último había caído del lado del mallorquín, disputado en el torneo de Indian Wells.
En octavos, Moyà se tendrá que enfrentar al francés Paul-Henri Mathieu, que ganó al checo Tomas Cakl, que proviene de la fase de cualificación. Carlos Moyà afirmó que la clave de su victoria fue la «convicción» de que podía vencerle y a su «fuerza mental». El mallorquín señaló que espera que esta victoria ante Ferrero sea el «punto de inflexión de la temporada» y a partir de ahora lleguen las victorias en torneos. Durante el partido, el mallorquín le dejó a su rival numerosas dejadas, sabedor de que si «Ferrero juega desde el fondo de la pista es muy difícil ganarle, por lo que hay que romperle el ritmo». Moyà, que reconoció que los partidos contra Ferrero siempre están marcados por una «dura lucha», se lamentó de haber perdido el segundo set.