Carles Domènec|BARCELONA
Ya nadie duda que Rafael Nadal sea, tras su enfrentamiento contra
Dominik Hrbaty, el principal favorito para conseguir el título del
Open Seat Godó de Barcelona. Es, sin duda, el tenista de moda, el
jugador a batir. Así lo cree el público que llena las gradas en sus
partidos, la prensa y él mismo. «Mis rivales deben jugar muy bien y
fallar poco para ganarme ahora», declaró un Nadal exultante tras
ganar por 6-1 6-2. La decepción del día corrió a cargo de Carlos
Moyá que no pudo entrar nunca en juego, en un partido falto de
ritmo, y perdió 6-4 6-4 contra Max Mirnyi.
El resultado del partido entre Nadal y el eslovaco Hrbaty es parecido al de su ronda precedente contra Gilles Muller pero el tanteo final engaña. Muller jugó asustado mientras que el partido de ayer con Hrbaty fue duro y en cualquier momento, el resultado pudo dar la vuelta. No en vano, es la cuarta vez que el mallorquín jugaba contra el eslovaco y la primera que le ganó.
Hrbaty y Nadal son dos jugadores que intentan siempre dominar al contrario desde el fondo de la pista. La resistencia del eslovaco fue la esperada durante los primeros juegos, en forma de largos peloteos de fondo de pista e insistentes intentos de sacar fuera de la pista al oponente. La ruptura a favor de Nadal en el cuarto juego, con 2 a 1 a su favor, le permitió coger las riendas del primer set que terminó con tres juegos más, seguidos, del mallorquín (6-1).