Carlos Moyà necesitaba una victoria. La necesitaba para mantenerse vivo en el ránking, pero sobre todo para recuperar la confianza. Él siente que sigue manteniendo el mismo nivel que el año pasado le permitió finalizar la temporada en el Top ten y alzarse con la Copa Davis, pero los resultados no le han acompañado. Ahora afronta la época del curso más favorable para su tenis, pero también la más complicada ya que defiende muchos puntos. Barcelona es uno de sus escenarios preferidos y quiere convertirlo en el punto de inflexión para volver a luchar por entrar en la Copa Master. Ayer sufrió, pero se ganó el pasaporte para los octavos de final ante un rival muy incómodo, Jarko Nieminen (7-5, 5-7 y 6-2). Que Carlos Moyà sienta que está jugando a un gran nivel no es una imaginación suya, es la verdad. Ayer ofreció en la central del Real Club Tenis Barcelona una de sus mejores versiones. Sacó bien, mostró su gran derecha y golpeó de revés como pocas veces lo había hecho hasta el momento. El problema es que los resultados del año no le han acompañado y el nerviosismo agarrota en determinados momentos su brazo. Su estreno en el Trofeo Conde de Godó estuvo marcado por este nerviosismo. Le costó entrar en el partido y cuando quiso darse cuenta Nieminen le había roto el servicio y se había colocado 2-5 en el primer set.
Carlos Moyà es consciente de lo que se juega estas semanas y echó mano de su orgullo y de sus mejores golpes para darle la vuelta al marcador. Encadenó cinco juegos consecutivos para alzarse con la primera manga (7-5) y cambiar las sensaciones que se respiraban en la grada. Pero Jarko Nieminen es uno de los rivales más complicados que pueden encontrarse en primera ronda y complicó el partido del mallorquín. El finlandés tiró de su gran revés y de una facilidad increíble con la derecha para aprovecharse de la pelota de break que no ganó Moyà (4-4 y ventajas resto) para mermar la confianza del balear y alzarse con el segundo parcial (5-7).
En el tercer set había demasiado en juego para que Moyà no sacara su mejor repertorio. Niminen consiguió mantener el equilibrio hasta el 2-2, pero el mallorquín mantuvo la calma y su dominio con la derecha para ganar el partido (6-2). Ahora en octavos Moyà se medirá con Max Mirnyi. Ayer también debuto en el Trofeo Conde de Godó Rafael Nadal, aunque lo hizo en la modalidad de dobles. El manacorí forma pareja con Feliciano López y consiguieron deshacerse en la primera ronda de Allegro-Kohlmann. En segunda ronda se enfrentarán a los israelís Jonathan Erlich y Andy Ram. El estreno de la gran sensación del Conde de Godó en el cuadro de individual será hoy (no antes de las 15.20 horas, La 2). Rafael Nadal se enfrentará con Gilles Muller, un jugador de Luxemburgo que se formó en Barcelona bajo las órdenes de Pato Àlvarez y que se caracteriza por su condición de zurdo y por su juego de saque-red. Será un partido importante, el primer escollo antes de pensar nuevamente en Coria.