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Taekwondo

Brigit pega fuerte

La taekwondista mallorquina engrosa su brillante currículo con una nueva medalla y se marca como próximo objetivo el Campeonato de Europa/Dice que la plata le da fuerzas para seguir entrenando duro y comenzar a pensar en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008

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Máximo exponente de la mejor generación que ha dado el taekwondo balear, Brigit Yagüe Enrique (Palma, 1981) posee uno de los cirrículos más impresionantes del deporte de estas Islas. Desde 1997 es una asídua en los podios de los Campeonatos de Europa y del Mundo, pero su ambición todavía no ha tocado techo. En plena madurez del segundo periodo de su carrera -prácticamente tuvo que comenzar de cero cuando se trasladó a Barcelona- continúa mostrándose ambiciosa y apunta a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 como su próximo gran objetivo. Mientras tanto no descuida sus compromisos internacionales: en octubre quiere coronarse como la mejor taekwondista europea del peso mosca en Letonia.

Brigit Yagüe lidera la generación que formó Eugenio Cuaresma Cuaresma «Orbi» en el gimnasio palmesano Chong Ma III. Junto con los hermanos José Luis y Laura María Méndez cambió los objetivos del taekwondo balear. Ya no se conformaban con alzarse con el título en el Campeonato de España, sus objetivos miraban fuera de las fronteras nacionales. Su primera medalla internacional llegaba en el Campeonato de Europa júnior de 1997. Brigit se colgó la medalla de bronce, pero éste metal iba a resultar clave para que su progresión no se detuviera.

Primer oro
1998 fue el mejor año de su primera etapa como deportista. Durante este curso Brigit Yagüe se colgó la medalla de oro en el Campeonato del Mundo júnior y poco después repetía posición en el Campeonato de Europa absoluto. La taekwondista mallorquina siempre ha sido una deportista muy ambiciosa y sintió que la Isla se le quedaba pequeña. Hizo las maletas y se desvinculó de Balears. No se sintió respaldada y cambió hasta de licencia.

Los primeros años en Catalunya no resultaron fáciles. Prácticamente tuvo que comenzar desde cero. Se hizo hueco en un gimnasio y comenzó a volver protagonismo en las competiciones nacionales para hacerse con un sitio en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Habían sido tres años de mucho sufrimiento y de lesiones, pero Brigit Yagüe consiguió volver a la elite internacional. En el Campeonato del Mundo de 2001 se proclama subcampeona del mundo del peso mosca -es el peso en el que compite desde que terminaron los Juegos de Atenas, aunque anteriormente solía participar en el peso minimosca- y volvía a recuperar su confianza.

Había ganado la medalla de plata en un Mundial, pero Brigit Yagüe no es de las que se conforman con el segundo puesto. Lejos de relajarse, continuó entrenando al máximo y consiguió que sonara el himno de España en el Campeonato de Europa de 2002. Su protagonismo en el equipo nacional ya era indiscutible, pero Brigit Yagüe necesitaba otro gran resultado en una prueba internacional para que la Federación Española apostara por su peso para tener representación en los Juegos Olímpicos de Atenas.

Su resultado en una prueba internacional fue la medalla de oro en el Campeonato del Mundo de 2003. Brigit Yagüe se convertía en la mejor taekwondista del planeta del peso minimosca y afrontaba el año previo a Atenas'04 como la gran favorita. De hecho, para clasificarse a los Juegos Olímpicos tuvo que superar como todas las deportistas una fase clasificatoria. Brigit se proclamó campeona en el campeonato europeo en el que participó.

En Atenas iba a vivir una de las decepciones más importantes de su carrera deportiva. Había soñado tanto tiempo con la cita griega que cuando subió al tatami en el primer combate los nervios le jugaron una mala pasada. Perdió la primera pelea ante una rival sin nombre, lo que le impidió además luchar por la medalla de bronce.

Fue un duro revés para Brigit Yagüe, que decidió que en lugar de hundirse seguiría trabajando duro para resarcirse en los Juegos de Pekín'08. En las semanas posteriores a su participación en Atenas decidió cambiar de peso. Llevaba varios torneos sufriendo para poder dar el peso en minimosca y no se encontraba todo lo fuerte que necesitaba en el tatami. Así que apostó por competir en el peso mosca, donde se ha encontrado viejas enemigas.

Tras experimentar buenas vibraciones en el Campeonato de España, mostró el pasado jueves su nivel en el Campeonato del Mundo de Madrid. Superó los cuatro combates previos a la final con relativa comodidad y perdió la medalla de oro en el tiempo añadido después de terminar los tres asaltos con la representante china igualada a dos puntos.

La medalla de plata en su primer Mundial en el peso mosca no hace más que avisar a las rivales de las intenciones de Brigit Yagüe en el ciclo olímpico que finalizará en Pekín en 2008. Ahora va a disfrutar de unos días de descanso, aunque la próxima semana volverá a los entrenamientos para comenzar a preparar su próximo objetivo: el Campeonato de Europa que se disputará el próximo mes de octubre en Letonia.

Será su primera participación en el continental en el peso mosca, pero tras lograr la medalla de plata en Madrid va a partir con el cartel de favorita.

Lleva dos días atendiendo a todos los medios de comunicación, y pese a que es una de las deportistas mallorquinas más laureadas no está acostumbrada. Sabe que la próxima semana volverá a recuperar el anonimato y que tendrá que someterse a duras jornadas de entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Alegrías como la vivida en Madrid el jueves le dan fuerzas para continuar adelante y seguir mentalizada alcanzar su objetivo de subir al podio en unos Juegos Olímpicos. La meta es complicada, pero Brigit Yagüe es una de esas deportistas que no se rinden.

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