Iba para reunión importante, y lo acabó siendo. Cúper y Alemany se citaron tras el entrenamiento de ayer y masticaron una serie de propuestas, desde la posibilidad de integrar a una serie de futbolistas del filial en el primer equipo, hasta el futuro del técnico. Todo estaba muy inmaduro, pero a la finalización de la cónclave el preparador de Chabas se detuvo ante los medios y habló. No era viernes, pero sí un día para aclarar muchos conceptos. Principalmente, el de su continuidad en el club: «Hay un porcentaje muy alto de que me pueda quedar en Segunda», espetó de una forma explícita. Cúper quiere seguir y el consejo pretende que siga, pero todo dependerá de un acuerdo económico para rebajar el salario del técnico. El Mallorca sabe que Cúper tiene el perfil de técnico capaz de liderar cualquier proyecto, incluso en Segunda. Por eso el consejo de administración ha apostado por la continuidad del entrenador de Chabas, pero no a cualquier precio. Los accionistas del club quieren que el argentino agote su contrato en la Isla y que encabece la rehabilitación del club desde la categoría de plata, pero saben que es inviable que lo haga con su actual ficha. Los emolumentos de Cúper, elevados para la Primera División, son desorbitados para Segunda, por lo que la SAD balear pretende negociar con el técnico una rebaja. Si Cúper acepta, seguirá en el Mallorca la próxima temporada. En caso contrario, es difícil que el consejo pueda asumir la continuidad del entrenador.
Nadie esconde a estas alturas que el Mallorca es un equipo de Segunda División. A pesar de que matemáticamente todavía hay opciones de lograr la permanencia, la dinámica del conjunto isleño es negativa, muy negativa. Por eso en la planta noble de Son Moix se han puesto manos a la obra y han empezado a trabajar en el futuro. Pero para eso lo primero que deben conocer es la identidad del técnico que se va a sentar en el banquillo, por lo que el Mallorca le ha dado prioridad a la continuidad de Cúper. El preparador sudamericano ya le ha dejado claro a Mateu Alemany que tiene intención de seguir en el equipo, pero todavía falta por abordar el tema económico.Otro de los aspectos que todavía está por definir es la planificación deportiva. El Mallorca pretende imitar el modelo que ha seguido esta temporada el Celta, es decir, vender a gran parte de sus activos pero conservando a futbolistas de segundo orden que formen un equipo competitivo para Segunda. En ese sentido, el club recela de la opción de edificar un conjunto con un gran potencial (jugadores destacados de Primera División) porque piensa que es probable que no se adapte a la categoría y acabe fracasando. Igualmente, tampoco quiere diseñar un equipo de perfil bajo que se integre bien en la categoría de plata pero que retraiga a la masa social. Así, el segundo problema ya está sobre el tapete.