Efe|LINARES
El ruso Gari Kasparov, número uno del mundo, anunció ayer en rueda
de prensa que abandonaba definitivamente el ajedrez de competición
y que el torneo de Linares sería el último de su larga carrera.
Kasparov con sonrisa triste y un rostro entre alegre y preocupado
dijo que la enorme presión que tenía en estos últimos años le
hicieron tomar esta decisión. «Jugaré al ajedrez, porque me gusta
mucho, pero no en plan profesional. Podré participar en simultáneas
o en partidas rápidas pero nada más», dijo compungido.
El ruso, que cumplirá 42 años el próximo 13 de abril, añadió que los problemas (en el ajedrez) de los últimos años se han ido agravando y se quejó de que en Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), nadie le había apoyado. Kasparov, que lleva veinte años como uno del mundo, confesó que no es nada serio la forma en que le ha tratado la FIDE y que estaba muy decepcionado por el proceso para la reunificación del título. «No quiero ser pretencioso, ni dar lecciones a nadie. Quiero vivir mi vida» dijo, con mucha emoción en la voz.
«Es difícil tomar una determinación así porque he llegado a lo más alto por mi pasión y mi amor por el ajedrez» opinó. El número uno del mundo, cada vez más emocionado aseguró que continuará escribiendo para completar los seis tomos de «Mis geniales predecesores» y un nuevo libro que se llamará «Cómo la vida imita al ajedrez» para demostrar al mundo como se deben tomar decisiones en momentos determinados. También se va a dedicar más tiempo a la política en Rusia y tiene ideas que le gustaría llevar a cabo. «Todas las personas decentes deberían unirse contra el dictador» refiriéndose a Vladimir Putin.