Nicolau Tous se verá las caras con el Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. El presidente del Institut de l'Esport Hípic de Mallorca acudirá mañana, en compañía del presidente de la Federación Balear de Trote, Andreu Artigues, a la capital de España con dos temas claves en su agenda de trabajo. El primero no es otro que solicitar el apoyo del Gobierno, y en especial de Lissavetzky y del Consejo Superior de Deportes, de cara a la candidatura para albergar el Mundial del año 2007, con el que Balears pujará con Nueva Zelanda. Un acontecimiento del máximo nivel que requiere de la implicación de todas las instituciones.
Pero el punto fuerte del encuentro es el reconocimiento de la Federación Española de Trote, por parte del CSD y del Estado en definitiva, para que ésta pueda formar parte de la Unión Internacional del Trote. De esta manera, podría representar a nuestro país en competiciones organizadas por aquel organismo. De hecho, el CSD no tiene reconocido al Trote como deporte, algo que juega en su contra. El requisito solicitado para dar validez a una Federación Española es el aval de tres territoriales, pero en el caso del trote, el hecho de poseer una única Federación -la balear- inhabilita esa posibilidad. Por ello, Nicolau Tous y Andre Artigues expondrán a Lissavetzky la posibilidad de firmar un convenio por el que el Gobierno reconozca a la Federación Balear -o lo que es lo mismo, la Española- como federación nacional y representante del deporte español en esferas internacionales.
De hecho, la representación española en el Mundial de Roma'2005 pasa por ser reconocidos por el Estado, y en consecuencia por la Unión Internacional del Trote. Pese a todo, el concurso de Joan Antoni Riera, campeón de Europa y representante del continente en la cita, no peligra, pero Tous cree «necesario que se reconozca al trote como deporte y de paso a la Federación Nacional o Española. Más que nada, para poder tener un hueco en la esfera mundial». En caso de que las intenciones de Tous y Artigues lleguen a buen puerto, Joan Antoni Riera podría correr en nombre de España el Mundial de Roma, para el que se ganó la plaza después de vencer de manera autoritaria en el Campeonato de Europa celebrado el pasado mes de agosto en el Hipódromo de Son Pardo, un evento que sirvió de presentación para el futuro marco del hipotético Mundial de 2007, el otro reto que Tous y Artigues pondrán sobre la mesa de Lisavetzky, que puede dar un paso histórico si reconoce al trote como deporte, la cuenta pendiente de una especialidad que cuenta en el viejo continente con multitud de aficionados.