Héctor Cúper volverá el domingo a uno de los estadios en los que siente más cómodo a la hora de aplicar su discurso. El entrenador argentino sólo ha perdido un encuentro de los cuatro que ha dirigido en El Sardinero y tratará de conservar esos números para mantener activas las pulsaciones del Real Mallorca. La única vez que Cúper dobló la rodilla en el estadio cántabro fue el 14 de mayo de 1999, pocos días antes de disputar la final de la Recopa de Europa ante el Lazio en el Villa Park de Birmingham. En aquel partido, que se jugó en viernes para que los isleños pudieran preparar con más tiempo su primera desafío continental, los baleares cayeron por la mínima (1-0) tras un tanto de Ismael.
En su primera visita a Santander bajo la tutela del técnico argentino (1997-98), el Mallorca logró sumar los tres puntos gracias a un gol decisivo de Gabi Amato (0-1). Era la séptima jornada del campeonato y los rojillos, que venían de ceder su primera derrota del torneo ante el Barcelona (0-1), se sacaron la espina de la jornada anterior y se acomodaron en el cuarto puesto de la clasificación.
Una vez consumida su primera etapa en Palma, Cúper regreso a El Sardinero en dos ocasiones más, aunque esta vez al mando del Valencia. En ambas visitas cosechó sendos empates (1-1) y logró mantener así su buena línea en el centro de operaciones racinguista. Ahora, en cambio, le tocará afrontar un partido con un perfil muy distinto a los anteriores en el que está prohibido perder.