Santiago Aparicio|BRATISLAVA
La autoridad de los eslovacos Dominik Hrbaty y de Karol Beck sobre
la moqueta pintada de Bratislava han puesto al vigente campeón de
la Copa Davis a orillas del adiós de la competición a las primeras
de cambio, después de que ni Feliciano López ni el debutante
Fernando Verdasco hayan sido capaces de iluminar el panorama en la
apertura del torneo.
Las dos mejores y casi únicas raquetas de Eslovaquia han oscurecido la defensa de la Ensaladera. La situación es complicada ahora para el G-2 que componen Juan Avendaño y Jordi Arrese y sus planes han saltado hechos añicos.
El destino de España queda ahora en manos del dobles que van a componer Rafael Nadal y Albert Costa. El campeón puede quedar prematuramente apartado de la competición si el dueto elegido por los capitanes no estrecha las enormes distancias que ahora separan a ambos equipos.
Las perspectivas de López y Verdasco se empañaron pronto. Con Rafael Nadal limitado a los gestos de apoyo de los suplentes, la apuesta española amparada en la superficie, en el cansancio del balear y en los resultados particulares de los enfrentamientos previos, queda ahora pendiente de una remontada heroica. Sin precedentes. El equipo hispano nunca se clasificó con un 2-0 adverso.
Beck y Hrbaty desdibujaron las cartas españolas. Especialmente el primero. El joven jugador de Zvolen, sin título de relumbrón en su historial y ubicado en el puesto 43 del mundo, apabulló a Feliciano (6-4, 7-5 y 6-3).
El toledano nunca tuvo el duelo de su parte. Apenas estuvo amparado en su servicio y sólo en el segundo parcial, cuando tuvo 0-40 con empate a cuatro, atisbó un posible emerger en el partido. Su rival lo evitó. La fortaleza del español se desplumó de un plumazo ante un rival que firmó el compromiso de su vida.