El filial mallorquinista recibe este mediodía a uno de los clásicos del fútbol español para seguir calibrando sus posibilidades de éxito. Los rojillos se la juegan ante un Las Palmas venido a menos en los últimos años, pero que se está destapando como uno de los conjuntos más sólidos del grupo a pesar de los problemas extradeportivos que le sacuden. Los canarios afrontan además el encuentro con las mismas necesidades que los baleares, ya que un resbalón en Palma les podría apartar momentaneamente de las posiciones de play off (Estadi Lluis Sitjar, 12.00 horas). El Mallorca B interrumpió la semana pasada la mejor serie de todo el curso después de caer en el terreno de juego del Vecindario y quiere recuperar la senda del triunfo cuanto antes. Pese a su tropiezo, el equipo sigue a la misma distancia de la salvación que hace una semana -está en el puesto 18º a 4 puntos de la permanencia- y apenas ha perdido terreno con respecto a su ubicación anterior, aunque en el vestuario son conscientes de que no pueden seguir aplazando su salida del pozo porque las próximas jornadas pueden marcar un punto de inflexión en su trayectoria.
Una semana más, el filial deberá superar los problemas a los que se enfrenta habitualmente cuando actúa en casa. Los baleares han sido capaces de firmar funciones muy valiosas en las últimas semanas, pero siguen siendo uno de los rivales más accesibles en su terreno de juego y los canarios se distinguen por su pegada a domicilio, algo que podría poner en serios aprietos a la imprevisible defensa mallorquina. Las Palmas cuenta con un bloque poco común en esta categoría y está llamado a pelear por el ascenso a final de campaña. Sin embargo, en las últimas semanas su juego parece haber perdido algo de fuerza y buscarán un punto de apoyo en su visita a la Isla para recobrar la confianza en sus posibilidades.
El calendario del filial mallorquinista refleja la dificultad que implica sobrevivir en una categoría como la Segunda B. Después de caer en el terreno de juego del Vecindario los mallorquines se enfrentan hoy a Las Palmas en uno de los partidos más incómodos del campeonato, aunque ni siquiera la victoria le serviría para abandonar el furgón de cola. Después de este compromiso, a los isleños les esperan cuatro jornadas que pueden ser determinantes en su travesía. Primero un viaje a Fuerteventura, posteriormente la visita del Lanzarote y seguidamente dos duelos ante gallegos: Ourense y Celta B. Los rojillos tienen mucho trabajo por delante.