Instituciones, Federación y el propio Son Amar Palma pretenden que la disputa de la Final Four de la Copa CEV (5 y 6 de marzo) en Ciutat provoque el punto de inflexión definitivo para que el voleibol balear recupere protagonismo. La intención es paralizar todas las competiciones con un único propósito: llenar el Palau d'Esports de Son Moix. Una iniciativa que puede aupar al Son Amar a la consecución de su primer título europeo y que supondrá un beneficio indirecto para que los más jóvenes se enganchen a este deporte.
El Son Amar Palma ha dejado a seis equipos en la cuneta para acceder a esta Final Four de la Copa CEV. Un éxito que se ha visto recompensado por el esfuerzo de las instituciones, cuyas aportaciones han permitido que Ciutat albergue la final a cuatro. Además de los 100.000 euros que van a ser necesarios para cubrir el presupuesto, el Ajuntament de Palma va a acometer unas mejoras al Palau de Son Moix valoradas en casi 300.000 euros para mejorar las prestaciones de la instalación. El cambio de la iluminación, las mejoras exteriores y la reforma del vestuario femenino (también se intentará reformar el masculino antes de que se dispute la Copa CEV) con las primeras iniciativas.
Al margen de estas mejoras se colocarán cuatro equipos de calefacción para garantizar que la instalación estará al menos a los 16 grados que exige la reglamentación. El Son Amar Palma se verá beneficiado también por la colocación del suelo «Taraflex», que ha adquirido recientemente el Govern Balear y que en los próximos días se colocará en el Palau. La Federación Balear de voleibol también va a realizar un importante esfuerzo para tratar de garantizar que el pabellón registre un lleno absoluto. Es curiosa la metamorfosis que ha sufrido el organismo federativo desde el nombramiento de Toni Turrión como nuevo presidente.