Una distensión en el ligamento interno de la rodilla puede dejar fuera de servicio a Bernardo Romeo. El delantero argentino será explorado hoy por los galenos del club, que avaluarán si el ariete está listo para actuar ante el Albacete. Cúper puede perder a una de sus mejores alternativas en ataque, pero ha recuperado al venezolano Juan Arango, que ha superado sus problemas físicos -un golpe en el empeine y un proceso gripal- y ayer se ejercitó con el resto de sus compañeros.
Romeo padece una distensión en el ligamento colateral interno de la rodilla derecha y su concurso en la cita de mañana está entre interrogantes. El jugador sudamericano arrastra problemas físicos y su participación frente al Albacete es difícil, a pesar de que los servicios médicos determinarán hoy si el delantero está disponible para entrar en la convocatoria. En caso contrario, es posible que Fernando Correa puede entrar en la lista, siempre y cuando la FIFA confirme que el castigo que pesaba sobre el uruguayo ha vencido.
Mientras, Arango ya está recuperado y, casi con total seguridad, repetirá en el equipo titular. A pesar de que el centrocampista venezolano no participó en epartidillo habitual de cada jueves debido a una gripe, el mediocampista compareció en el entrenamiento de ayer en la ciudad deportiva y se ejercitó con total normalidad. Arango ha venido actuando como enganche en las últimas jornadas, en las que Tuni ha jugado por la banda izquierda.
Melo y Correa
El brasileño Felipe Melo podría tener sus primeros minutos como
mallorquinista el domingo ante el Albacete. El joven mediocampista
fue titular en el ensayo del jueves debido a la ausencia de Arango,
pero con la recuperación del venezolano es muy probable que Melo
sea nuevamente suplente. Cúper dejó entrever ayer que el brasileño
gozará de alguna oportunidad, pero todo irá en función del
resultado que se esté produciendo.
Por su parte, Correa manifestó ayer a la agencia EFE que siente que «vuelvo a nacer como futbolista. El infierno que he pasado este tiempo no se lo deseo a nadie». Correa aseguró que quiere ayudar al equipo, que está en zona de descenso, «ahora más que nunca», ya que siente que tiene «una deuda de honor» con el presidente, que ha confiado en él «en los momentos más duros». «Sólo espero tener la oportunidad de devolver con creces esa confianza», añadió el futbolista.