La carrera le devolvió a Toni Colom la dosis de gloria que le arrebató camino del Mirador d'es Colomer. Esa pájara le costó la general de la Challenge, pero ayer saldó su cuenta pendiente con la gente que le ha arropado a lo largo de una semana dura. Lo hizo atacando como a él le gusta, en un terreno que le es propicio y rompiendo por completo la carrera. Pecharromán y De la Fuente se propusieron amargarle el día al de Bunyola, pero las ganas que tenía fueron superiores al empuje de sus perseguidores.
El gesto de rabia de Colom lo decía todo. Completaba una Challenge en la que sólo un descuido le impidió reeditar triunfo. Pero todo queda en casa, aunque el vencedor final sea un murciano. Alejandro Valverde comenzó a justificar su fichaje con una superioridad alarmante, tal vez demasiado dadas las alturas de la temporada en la que nos encontramos. Ayer, una vez más, el Illes Balears tuvo que asumir el desgaste de conducir el pelotón y evitar cualquier susto. No pudo hacerlo cuando Aldag y García Quesada se marcharon. Entonces, tocó pisar a fondo el acelerador y en los últimos kilómetros llegó la recompensa.
Con los deberes hechos, sólo quedaba poner la puntilla y Colom era el mejor posicionado en el descenso hacia Palmanova. Metro a metro, sus perseguidores parecían querer volatilizar las ilusiones de un corredor que quería demostrar su valía en una carrera que se le da muy bien. No en vano, ayer se convirtió en el primer mallorquín en ganar una etapa en la ronda mallorquina, y hace un año hacía lo propio en la clasificación general de la Challenge.