Efe|MADRAS
Carlos Moyà protagonizó ayer su triunfo más solidario. El tenista
mallorquín consiguió retener la corona que se enfundó el año pasado
y cedió el total del premio del torneo indio a las víctimas del
maremoto que asoló el sudeste asiático. El jugador balear comienza
el curso como el pasado aunque confía en que no se repita la misma
historia en Sidney, su próximo destino, donde se lesionó el
tobillo. El mallorquín Carlos Moyà, primer favorito, se apuntó en
Madrás (India) su primer título del año y conservó la corona
conquistada el pasado año ante el mismo rival que ayer, el
tailandés Paradorn Srichaphan.
Moyà, quinto jugador del mundo, intentó prolongar el excelente momento con el que finalizó el pasado curso y que le convirtió en el protagonista de la final de la Copa Davis frente a Estados Unidos ya que sumó el punto definitivo tras doblegar a Andy Roddick. Sin embargo, el tenista balear, que se adjudicó el triunfo después de resolver el duelo en tres mangas (3-6, 6-4 y 7-6 (5)) estuvo contra las cuerdas durante varias fases del choque, especialmente en el tramo final del duelo, donde consiguió romper en dos ocasiones el servicio de su adversario cuando servía para ganar el título (5-2 en el tercer set).
Esto terminó por hundir al jugador de Tailandia, segundo cabeza
de serie, que disputaba su cuarta final seguida en Madrás, bagaje
que sólo saldó con un triunfo, cosechado en el 2003. Perdió con el
argentino Guillermo Cañas en 2002 y en los dos últimos años con
Carlos Moyà.
El español, que ha decidido donar la totalidad de los beneficios
económicos adquiridos por el triunfo a las víctimas del maremoto
que asoló el sudeste asiático el pasado 26 de diciembre, se ha
convertido en la «bestia negra» del tenista asiático, que ha
sucumbido en las tres ocasiones en las que se han encontrado a lo
largo de sus carreras respectivas.