En medio de la crisis deportiva en la que se ha visto envuelto ultimamente el Mallorca, la figura de Yoshito Okubo ha adquirido una trascendencia especial. A las puertas de la primera final del año y con las dudas dañando el sistema nervioso del equipo, Héctor Cúper ha decidido encomendarse al delantero japonés y darle la alternativa ante el Deportivo. El argentino probó ayer el once que pondrá en liza ante los gallegos y Okubo figura en la primera línea de la batalla, formando la pareja atacante junto a Luis García. El nipón, que en el tiempo que lleva en la Isla se ha ganado al cuerpo técnico gracias a su trabajo y motivación, podrá demostrarle de inicio a la afición balear cuales son sus argumentos para triunfar en España y para sacar al Mallorca del laberinto en el que se encuentra.
Cúper dio por finalizada la concentración navideña del equipo con una exigente sesión preparatoria, que aprovechó para realizar un ensayo general con vistas al compromiso del próximo domingo. Después de trabajar el aspecto físico, el entrenador organizó el tradicional partidillo de los jueves y a la hora de repartir los petos que distinguen a los titulares de los suplentes, Okubo asumió todo el protagonismo. El nipón fue incluido desde el primer momento junto a los que jugarán de inicio y en ese bando se mantuvo hasta concluir el entrenamiento. Primero formó junto a Luis García y posteriormente al lado de Delibasic. Dejó varios detalles interesantes y demostró que cuenta con la velocidad de la que carecía el plantel hasta el momento, un hecho que ha llevado a los técnicos a modificar por completo su plan de ataque. Todo ello ante la mirada del presidente Mateo Alemany, que siguió la sesión desde una de las bandas.
En el resto del equipo se producirán además otros cambios importantes, sobre todo en la línea más retrasada del terreno de juego. Para empezar, Sander Westerveld será el encargado de custodiar la portería balear en detrimento de Moyà, que ha empezado a entrenar individualmente, pero que sigue afectado por la gripe.