El mayor acontecimiento náutico del planeta tendrá por primera vez en más de siglo y medio de vida representación mallorquina. La histórica victoria del sindicato suizo «Alinghi» sobre el Team New Zealand permitió que la Copa América llegara por primera vez a Europa. Palma optaba a ser escenario de un evento de enorme calado mundial, pero finalmente Valencia le ganó la partida a la capital balear.
Ernesto Bertarelli y Russell Coutts, éste último artífice de la victoria helvética y poco tiempo después despedido por el mecenas del proyecto, dieron el visto bueno a la incorporación al equipo del segundo español inmerso en su tripulación. Si Joan Vila logró la proeza en aguas de Nueva Zelanda y ya cuenta en su palmarés con el trofeo soñado por todo regatista, ahora la oportunidad se le presenta a Jordi Calafat. Su labor de estratega será fundamental en cubierta a la hora de tomar el rumbo adecuado, pero la hoja de servicios de uno de los más prestigiosos navegantes del planeta invita a gozar de la total confianza del patrón y el táctico.
Dos veces campeón del mundo de 470 y oro olímpico en la citada clase en los Juegos de Barcelona, a sus 36 años puede hacer realidad una de sus metas. «La Vuelta al Mundo, los Juegos Olímpicos y la Copa América son los tres mayores desafíos que se pueden afrontar en la vida. Por fortuna, yo he podido hacer realidad dos objetivos», comenta Calafat, uno de los fichajes estrella de «Alinghi» cara a la tan esperada defensa del año 2007.
Su experiencia en el diseño de velas y embarcaciones le llevó a trabajar en la firma Quantum, el premio a una trayectoria ejemplar que el sindicato suizo ha rubricado con la brillante entrada en sus planes.
La nueva experiencia supone un desafío añadido para Jordi, quien destaca «la enorme calidad de mis compañeros. No se les ve nerviosos y tienen claro que salen a ganar. Es algo que yo también comparto. Para mí, es lo mismo una pequeña competición que la Copa América, aunque no puedo esconder que ésta supone un estímulo especial».
Los diferentes actos previos han servido para conocer las prestaciones de los desafiantes que pugnarán por una plaza a través de la Copa Louis Vuitton, el paso previo a desafío al campeón «Alinghi». Jordi ha podido vivir en primera persona las pruebas de Marsella y Valencia, «y parece que siguiendo la lógica, Prada, New Zealand, Oracle y Alinghi son los favoritos. Poseen todos los medios necesarios y la seriedad que requiere la Copa América», añade el regatista.
El despido de Russell Coutts fue una noticia que impactó en el seno de la tripulación «pues era el alma del equipo, pero es una decisión que debemos respetar y mirar al frente sin pensar en lo que hemos dejado atrás». De la misma manera, Calafat contempla a Ernesto Bertarelli como «un miembro más del equipo, no se nota su condición en el trato con los compañeros».
La realidad
El primer tramo de preparación ha servido «para ser realistas. Hay
mucha igualdad y tenemos que mejorar varios aspectos relativos a la
navegación, pero contamos con ventaja respecto a los demás, que
deberán competir por la Copa Louis Vuitton. Entre ellos, el
sindicato español. Hubiera sido una lástima que no hubiera surgido,
pues le dará un empuje importante a nivel estatal y hará que la
competición sea un poco más nuestra».
Hasta marzo no iniciará la campaña, pero a Jordi Calafat y el resto del sindicato «Alinghi» les esperan tres actos -Valencia, Sicilia y otro en el Norte de Europa- que ayudarán a poner a punto a una tripulación en la que Jordi es un puntal, una referencia para que la Copa América resida unos años más en Europa.