La fría calma de la ciudad deportiva Antonio Asensio sólo se ve alterada estos días por la presencia de los periodistas japoneses que desde hace algunas semanas cubren la información diaria del Real Mallorca. Pese al parón navideño y la falta de actividad en la primera plantilla del club balear, casi una veintena de informadores nipones acuden cada mañana a las instalaciones para seguir de cerca cada uno de los movimientos del único futbolista que no descansa estas navidades, Yoshito Okubo. El nuevo delantero del equipo que dirige Héctor Cúper es capaz de generar una expectación desmesurada a la vista de los occidentales, pero que responde perfectamente al interés que ha despertado el fichaje en el país del sol naciente.
Desde su desembarco en la Isla, el futbolista protagoniza las portadas de los rotativos deportivos, sus detalles sobre su adaptación a la vida española invaden los minutos de los informativos y entre otras muchas cosas, lleva constantemente pegado a su espalda a un cámara del canal de televisión ABC que está grabando un documental sobre su figura. A medida que se acerque la hora de su estreno, previsto para el próximo día 9 de enero, esa expectación irá en aumento, ya que, tal y como aseguran quienes mejor le conocen, ninguno de los japoneses que habían pasado anteriormente por la Liga española reune tantas condiciones como el atacante de Fukuoka. A la espera de analizar su rendimiento deportivo y su asentamiento en el vestuario isleño, los medios de comunicación se centran en los aspectos más personales del futbolista.
Los medios especializados asiáticos y sus analistas destacan estos días la motivación con la que se está aplicando Okubo en sus primeros días como rojillo y reflejan el objetivo del jugador en su nueva aventura europea: marcar diez goles en el torneo liguero. «Lo tiene todo para triunfar en España y reune cualidades para ser titular, aunque la situación del equipo en la tabla puede perjudicarle», señala Kosuke Ito, un periodista que la semana que viene trasladará su residencia a Palma para no perder de vista al ex jugador del Cerezo Osaka. Mientras llega el momento de que salte al césped de Son Moix, el Mallorca sigue ganando adeptos a orillas del Pacífico.